Podemos rompe los contactos con IU y lo acusa de ofrecerle una coalición electoral

Horas después, IU ha replicado con otro comunicado en el que muestra su «sorpresa» por « la forma en que Podemos ha cerrado la puerta -de forma unilateral - a la posibilidad de la unidad popular».

El cruce de declaraciones es el resultado de una nueva reunión a puerta cerrada entre las dos formaciones este martes, a partir de la una de la tarde y de hora y media de duración. Los protagonistas han sido los secretarios de Análisis Político, Carolina Bescansa, y Organización, Sergio Pascual, por parte de Podemos, y el secretario ejecutivo de Área Interna y Organización, Adolfo Barrena, la secretaria ejecutiva de Comunicación, Clara Alonso, y el secretario de Organización de Andalucía, Antonio Valero, por parte de IU.

Desde Podemos explican a ABC que lo que iba a ser una reunión para tratar de encontrar mecanismos para «sumar a Alberto Garzón» a la lista de Podemos, se ha convertido en un encuentro con «personas de IU que querían un pacto a nivel estatal y entre cúpulas de los dos partidos», algo a lo que se han negado. Por ello, han decidido dar por terminadas las negociaciones con el propio Garzón, que no ha estado presente en la cita.

En la reunión, Podemos asegura que los representantes de IU « plantearon como requisito irrenunciable la conformación de una coalición entre IU Federal y Podemos », algo que el partido rechaza. Los de Iglesias descartaron siempre un pacto con Izquierda Unida y, en su lugar, se mostraron abiertos a confluir con «espacios de unidad popular» como Ahora en Común —a cuyas primarias se presentará Garzón— por territorios y siempre que dicho espacio se construyera como un partido instrumental, sin vida orgánica, ni afiliados y que solo cumpliese lo mínimo imprescindible para dar cobertura legal al proceso de confluencia. Podemos recuerda que su estrategia, fijada en la Asamblea fundacional de Vistalegra, no permite «la agregación jurídica de siglas» , por lo que descarta cualquier pacto con la histórica formación de izquierdas.

Desde IU desmienten que haya existido tal ofrecimiento e insisten en que lo que han «trasladado» a Podemos es su «clara apuesta por una plataforma como Ahora en Común, al entenderla como un espacio amplio y ciudadano». Y aprovechan para lanzar un dardo envenenado a Iglesias: «Los representantes también han expresado su renuncia a la política de ‘fichajes ad hoc’», en alusión a la oferta que el líder de Podemos ha hecho repetidas veces a Garzón para sumarlo en solitario a su proyecto.

El encuentro se ha producido después del que mantuvieron el propio Garzón y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el pasado jueves en el domicilio del de IU . Entonces no quedó nada cerrado, como adelantó ayer en rueda de prensa Carolina Bescansa, que emplazó a un segundo contacto entre las dos formaciones y que se ha producido finalmente este martes. En este punto, la versión de IU vuelve a ser diferente: aseguran que « la reunión se ha cerrado con una propuesta de nueva reunión para el jueves 8 de octubre, para seguir estudiando marcos de un posible encuentro».

Pero además, en el comunicado se da también por terminada la posibilidad de que el propio Garzón se sume a las listas de Podemos sin la «mochila» de IU , como le pidió públicamente Bescansa en la rueda de prensa de ayer. «En un clima cordial, se han dado por terminadas las conversaciones destinadas a encontrar una fórmula que facilitase la incorporación de Alberto Garzón a la candidatura del cambio con la que Podemos concurrirá a las próximas elecciones generales», indica el comunicado.

La situación se complica para Alberto Garzón, después de que el candidato de Equo a la presidencia del Gobierno y principal aliado en su apuesta por Ahora en Común, anunciase su inclusión en las listas de Podemos.

El desenlace, esperado tras el pulso que mantenía los dos líderes en las últimas semanas y que terminó de agravar el mal resultado de las elecciones catalanas, supone que las dos fuerzas competirán en las urnas el próximo 20 de diciembre, si no hay giros de guion de última hora.

Aunque algunos cargos de Podemos han aplaudido este final y aseguran que ya estaban «cansados» del tira y afloja con el candidato de IU —«ahora podremos centrarnos en nuestro partido y dejar de lado tanto ruido externo», indican—, la decisión puede suponer un «correctivo» para Podemos en las urnas, ley electoral mediante. El partido al que las encuestas llegaron a otorgar un 23,9 por ciento del voto el pasado enero, ha visto cómo su popularidad ha ido cayendo en los sondeos, que empezaron a situarlo en un mucho más modesto 15,7 por ciento. El objetivo fue entonces apostar por la confluencia, y «sumar para multiplicar» con la aritmética electoral. De hecho, los politólogos sitúan el umbral de la «fortuna electoral» entre el 16 y el 17 por ciento de los sufragios. Es a partir de esa cifra cuando la ley electoral comienza a multiplicar los apoyos y a «vender más baratos» los escaños.

Sin embargo, Podemos insiste en que esa suma no incluye en ningún caso una coalición con IU, «una lógica de acuerdos entre partidos que nunca ha estado en la hoja de ruta» . «Seguimos trabajando en la candidatura del cambio y lamentamos que haya quien prefiera no sumarse (...) No se trata de sumar siglas sino voluntades, ideas, proyectos y ganas», concluye.

Ahora sí, las conversaciones se han roto. «Definitivamente», insisten en Podemos.