Rajoy impulsará la vuelta al centro y más democracia interna

Aunque públicamente esta semana ninguneara el modelo que propugnan otras formaciones de elección directa de sus candidatos (llegó a ironizar con que esos partidos cuando «celebran primarias no se presenta nadie más que uno»), lo cierto es que está convencido de que «es un procedimiento al que hay que llegar , ya que lo demandan los nuevos tiempos». De hecho en Génova se lo piden desde Cristina Cifuentes a Esperanza Aguirre, que representan a distintas sensibilidades del PP.

«X el futuro de España» es el lema del cónclave - con el que el PP cambia de logo pero mantiene la gaviota -, aunque volver a ocupar el centro es la obsesión del presidente. Alberto Núñez-Feijóo le planteó, cuando fue convocado a Moncloa hace unas semanas para analizar la pérdida de dos millones y medio de votos, que el partido tenía que reafirmar su espíritu reformista y devolver su discurso a la centralidad , el territorio que le permitió en 2011 obtener más de diez millones de apoyos. Por eso, Rajoy ha encargado a Jorge Moragas, coordinador de campaña, que diseñe una Conferencia con una novedosa puesta en escena «donde todo se discuta, se crucen mensajes, aunque las decisiones se tomen luego», señala un miembro de la dirección. Todos los participantes saben que de esa «tormenta de ideas» saldrán cuestiones que conformarán el programa electoral que se redactará durante el verano. La idea es transmitir una imagen de que se está en la calle, atentos a lo que demanda la gente, y sin límites a la libertad de sus militantes. Es decir, recuperar el espacio que ha llevado a Ciudadanos a arrebatarle su electorado más joven «pero con una dosis de mayor responsabilidad y sin el único activo de ser bisagra de todos», como remachan en Génova.

De hecho, casi todos los que son algo -ministros y los cuatro presidentes autonómicos que han resistido el tsunami de hace dos meses- hablarán y trazarán la hoja de ruta del nuevo PP. Con especial protagonismo para la baronesa madrileña Cristina Cifuentes. El presidente se muestra orgulloso de haber conservado esa Comunidad gracias a su apuesta por situar a Cifuentes en la candidatura. La presidenta autonómica será la encargada del foro de debate sobre «La España reformista», donde se abordará tanto el futuro del partido como los logros conseguidos durante los últimos cuatro años. Porque esa es otra de las consignas marcadas por Rajoy: poner también en valor las medidas que han llevado a España a superar una situación de casi bancarrota. Nadie le va a hacer cambiar su convicción de que «las cosas se han hecho bien, aunque no se haya sabido venderlas. No piensa hacer una enmienda a la totalidad a su gestión», sostiene un alto cargo.

Experto en el juego de equilibrios, Rajoy aprovechará la cita para lanzar a sus jóvenes vicesecretarios, Pablo Casado, Andrea Levy, Javier Maroto y Fernando Maíllo, pero no descuidará el elogio a lo hecho hasta ahora por los cargos orgánicos, desde María Dolores de Cospedal, su todavía número dos, hasta Javier Arenas. En ese contexto, el presidente ha hecho coincidir la conferencia con el día del Consejo de Ministros. Eso generará que hoy compartan la «portavocía» del PP más social las dos dirigentes que han protagonizado la mayor pugna dentro de la cúpula popular. A mediodía, Soraya Sáenz de Santamaría se encargará de anunciar más decisiones sociales con las que el presidente quiere compensar a las clases medias de los recortes como un paquete de ayudas a las víctimas de violencia de género. Y pocas horas después será Cospedal, que reaparecerá en un acto de partido (acudió a la llamada de Aznar en FAES) tras haber pedido el Gobierno de Castilla-La Mancha, la que defenderá en la Conferencia al «nuevo PP».