UPyD, ser o no ser

El partido magenta lo tiene todo en contra: desde las encuestas, que saca a UPyD del tablero electoral, hasta una estructura de partido dañada por la fuga de dirigentes y militantes. Su presupuesto para la campaña, de 100.000 euros, es una cantidad diez veces menor que la de 2011. A través de donaciones populares han ingresado otros 20.000 euros.

Pero UPyD insiste y presentará a 9.455 candidatos en las municipales, 2.115 más que hace cuatro años. El precedente más reciente hace temer lo peor: en las eleccionesa andaluzas de marzo no lograron entrar en la Cámara regional. Este resultado provocó una fuerte crisis interna, pues Rosa Díez rechazó asumir responsabilidades por la debacle .

Dos de los cinco diputados nacionales de UPyD rompieron con la portavoz magenta por su falta de autocrítica e Irene Lozano lanzó una candidatura propia para descabalgar a Rosa Díaz. Todo ello en un contexto de numerosas bajas. El exdiputado y excandidato de UPyD en la Comunidad Valenciana, Toni Cantó, dimitió, el asturiano Ignacio Prendes consumó su marcha a Ciudadanos y numerosos militantes se apearon del proyecto.

La crisis, ahora congelada hasta ver el resultado del 24-M, será incontenible por mucho que en julio un congreso extraordinario pueda dar un golpe de relevo liderado por Irene Lozano . No habrá entonces timón que pueda corregir un rumbo para muchos equivocado desde el momento en que Rosa Díez desdeñó un pacto con Ciudadanos para abrir una tercera vía al bipartidismo.

UPyD, según informa Efe, llega al 24-M con una presencia institucional que incluye 152 concejales -cinco en Madrid- y un respaldo de 464.824 sufragios (el 2,06% de los votos) y diez diputados autonómicos -ocho en la Asamblea madrileña, uno en Asturias y otro más en el País Vasco, que no celebra elecciones en mayo-.

Su escaso presupuesto le obliga a hacer una campaña muy austera, en la que apelará al espíritu de 2007, «de lucha y de ilusión» para movilizar a sus votantes. Durante estas dos semanas, se presentará como un partido «libre», sin ataduras ni cadenas frente a ninguna otra fuerza, marcando así distancia con Ciudadanos, y hará de la corrupción su principal mensaje.

Con estas banderas, busca mantener su base electoral, principalmente en Madrid, Asturias y la Comunidad Valenciana. No lo tendrá fácil. El que hasta ahora había sido el único diputado de UPyD en Asturias, Ignacio Prendes , ahora va de «número dos» en la lista de Ciudadanos. Tampoco ayuda la baja de la cara más popular del partido, Toni Cantó , que, aunque no ha hecho el viaje hacia a Ciudadanos, ha renunciado a su escaño en el Congreso y a ser el candidato a la Generalitat valenciana.

Una suma de reveses que han puesto muy difícil la supervivencia de un partido que se creó hace casi ocho años en un escenario en el que sólo estaba UPyD como organización en discordia. Ahora, en cambio, sin contar a Podemos , le ha salido un competidor mucho más fuerte en su misma banda.