Cuarto «toque» del Supremo en sólo un año al tribunal de los «jueces estrella»

Vuelta a la cárcel

Hace apenas unos días el Supremo ordenó el reingreso en prisión de los etarras Santi Potros y Alberto Plazaola . Revocó así la decisión de la Sección Primera de la Audiencia de ponerlos en libertad apenas veinticuatro horas antes de la entrada en vigor de una ley de acumulación de condenas que lo impedía. Al primero no hizo falta detenerle, pues tras pasar casi 50 días excarcelado, volvió a ingresar en prisión preventiva por dos causas ajenas a este procedimiento. Las andanzas del segundo son conocidas: se fugó antes de que se procediera a su detención, horas después de hacerse público el fallo. Bien es verdad que con la decisión que el Supremo había tomado ya respecto al etarra Pikabea, la vuelta a prisión de Potros y Plazaola era algo más que previsible. No era el primer etarra que se le «escapa» a la Audiencia. Sucedió con Antonio Troitiño, a quien el juez de la Audiencia Nacional Alfonso Guevara dejó en libertad por error.

Ignoró una prueba de cargo contra un etarra

El 26 de enero el Tribunal Supremo ordenó a la Audiencia Nacional repetir el juicio por el asesinato del exconcejal socialista de Mondragón (Gipuzkoa) el 7 de marzo de 2008 . El Alto Tribunal reprochaba a la Sección Tercera de lo Penal no haber tenido en cuenta una prueba de cargo que, según las acusaciones, hubiera permitido condenar por este crimen al miembro de ETA Beinat Aginagalde. La prueba -el reconocimiento fotográfico del etarra por parte de dos testigos- fue excluida por el tribunal que absolvió a Aginagalde. «Un error jurídico notorio», según señaló el Supremo en su sentencia.

Archivó la causa contra el criterio de Ruz

El 7 de julio de 2014 el Tribunal Supremo estimaba el recurso que la Fiscalía Anticorrupción presentó contra la decisión de la Audiencia Nacional de archivar las diligencias por las que el presidente de la cervercera Damm, Demetrio Carceller, fue imputado por el juez Ruz. El magistrado le había llegado a sentar en el banquillo por varios delitos contra la Hacienda Pública, pero la Sala de lo Penal admitió un recurso de la defensa del empresario, ejercida por el exfiscal José Antonio Choclán, en el que se hablaba de animadversión del juez instructor hacia su cliente. El Supremo, respaldando la tesis de Ruz, ordenó a la Audiencia que sentara en el banquillo a Carceller, para quien Anticorrupción solicitaba 14 años de cárcel.