Margallo rechaza la demanda de Hammond de relajar los controles en Gibraltar

Esa es la impresión sacada por los periodistas tras asistir a una conferencia conjunta de los dos ministros en el Palacio de Viana, al que el secretario del Foreig Office llegó para hablar de los planes de su Gobierno sobre Europa, pero con la cuestión gibraltareña también en la cartera.

De hecho, Hammond dijo ante la prensa que había expresado su «preocupación» a García-Margallo sobre asuntos como «los retrasos» en el paso fronterizo con La Línea de la Concepción, las «incursiones en aguas territoriales gibraltareñas», en referencia a las entradas de patrulleras y barcos españoles en las aguas que rodean el Peñón y cuya soberanía britanica España no reconoce; o el reglamento de cielo único europeo , que nuestro país no acepta que se aplique a Gibraltar, porque su aeropuerto está construido sobre el Istmo, un territorio usurpado por el Reino Unido en el siglo XIX.

La respuesta del jefe de la diplomacia española ante la cuestión de las colas que se producen en la Verja fue la que ha dado en otras ocasiones; es decir, que España tiene la obligación de luchar contra la entrada de mercancías de manera ilícita en el espacio Schengen de libre circulación.

García-Margallo explicó que sigue habiendo contrabando de tabaco a través de la Verja, aunque aseguró que los controles han hecho que disminuya y dijo que el tráfico ilícito se está desviando por vía marítima. «Ninguna economía del mundo puede basarse en el contrabando», sentenció.

El ministro manifestó que una buena forma de intentar acabar con las colas de vehículos que se producen como consecuencia de los controles aduaneros es que se reunieran los grupos «ad hoc» propuestos por Londres en 2012. Su objetivo es tratar asuntos de cooperación (medio ambiente, seguridad, etc) en la zona, junto con España y con la participación de las autoridades gibraltareñas y las regionales o locales españolas, sin entrar en la cuestión de fondo de la soberanía.

Los dos países llevan meses hablando para tratar de abrir esas conversaciones, que el Reino Unido ve como complementarias al Foro Trilateral de Diálogo, con el que dice seguir comprometido. España por su parte contempla esos grupos como alternativa al Foro, que fue puesto en marcha durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y en el que Gibraltar se situaba casi en pie de igualdad con Madrid y Londres, una fórmula que el Ejecutivo actual español dio por muerta desde que llegó al poder.

Tanto García-Margallo como Hammond aseguraron que se habían producido «avances» para que pudieran comenzar esas conversaciones, y el ministro británico dijo que consultaría con Gibraltar una nueva propuesta que le ha hecho a España. No obstante, el titular de Exteriores español apuntó claramente al Gobierno del Peñón, como el responsable de que aún no haya sido así, al afirmar que hay «cálculos electorales en Gibraltar que aconsejan no facilitar esos acuerdos». «Nosotros -agregó- estamos dispuestos a sentarnos esta misma tarde, si las partes quieren viajar a Bruselas», en referencia a que las reuniones tendrían lugar allí en presencia de representantes de la Comisión Europea

Todo apunta, en cualquier caso, a que esos grupos no se reunirán en los próximos meses debido a los procesos electorales que hay en el horizonte: elecciones andaluzas y autonómicas en España, en marzo y mayo; elecciones generales en el Reino Unido, en mayo; y posible adelanto electoral en el Peñón, donde los comicios debían ser en otoño.

García-Margallo no dejó pasar la ocasión para instar al Reino Unido a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas y con la Declaración de Bruselas de 1984, retomando las negociaciones bilaterales en torno a la soberanía del Peñón.

Estas conversaciones están interrumpidas desde 2002, porque Londres se comprometió con los gibraltareños a que no abriría negociación alguna con España sobre ese asunto, sin su consentimiento.