La división crece en CiU por la respuesta a dar ante el TC
La unidad que preconiza Mas se quiebra en su entorno político más cercano
à. gubern
Durante meses, cuando la consulta soberanista no era más que un círculo en rojo en la agenda, la cohesión en el seno del gobierno de la Generalitat, así como en CiU, no parecía en peligro. Las desaveniencias entre CDC y UDC respondían a una esgrima ... política ya consustancial en la federación. No obstante, a medida que la fecha del 9N se acerca y, sobre todo, la firmeza del Gobierno ante el pulso soberanista se mantiene, l as tensionas afloran en toda su crudeza.
La suspensión de la ley de Consultas y el decreto del 9N por parte del Tribunal Constitucional ha caído como una ducha fría en la Generalitat y en CiU, donde parece que ya se han dado cuenta de que el asunto no es una broma, como si hasta ahora se hubiese estado jugando a una política de simulacro.
Una buena muestra de ello se vivió el pasado martes en el seno del Consejo Ejecutivo de la Generalitat. La unidad política que tanto preconiza Mas como principio para sus actuaciones se resquebrababa en el Palau de la Generalitat mismo. Según ha trascendido, el debate entre los consejeros de Mas a propósito de la respuesta a dar tras el fallo del TC fue más que tensa . Dirigentes de UDC, como la vicepresidenta Joana Ortega o el consejero de Interior, Ramon Espadaler, exigieron, como hicieron semanas atrás, que el Ejecutivo se ciña a la ley, frente a otros consejeros favorables al desacato. Ha trascendido que la discusión fue subida de tono.
Responsables
Paradógicamente, son los consejeros de Unió, el partido de Josep Duran, los que tienen una responsabilidad más directa en la consulta. Ortega como responsable de Gobernación está al frente de todo el dispositivo logístico , mientras que Espadaler, en Interior, diseña el operativo policial. Ambos ya han trasladado que la ley no es algo interpretable.
En esta línea, la consejería de Gobernación paralizó el martes el proceso para seleccionar el personal para la consulta del 9N, atendiendo la suspensión cautelar de la misma ordenada por el TC. En paralelo, y tras una gestión de los Mossos muy politizada cuando su consejero era Felip Puig (CDC), Espadaler ya ha transmitido su voluntad de no poner a la policía autonómica en la tesitura de desobedecer , algo por otra parte que los sindicatos policiales ya han adviertido que no piensan hacer.
Las diferencias de criterio se manifiestan en el seno de la Generalitat y también en CiU. Así, CDC se sumaba ayer a la Asamblea Nacional y comenzaba su campaña informativa del 9N abogando por el «Sí-Sí»: sí al Estado propio, sí a que éste sea independendiente. Por contra, UDC celebrará este sábado un consejo nacional en el que se hará evidente que, al menos la dirección —otra cosa son las bases— no se define como independentista , tal y como ha reiterado recientemente el consejero Espadaler, hombre fuerte de UDC en CiU tras la renuncia de Duran. A medida que se acerca el 9N, las grietas rodean a Mas en su entorno político más cercano, y no dejan de crecer.
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