El drama de los 1.849 presos españoles en el extranjero, la mayoría en Iberoamérica

Y en los últimos años la cifra no ha hecho más que aumentar debido al empeoramiento del contexto económico en España que ha empujado a cientos de españoles a probar suerte en el tráfico de droga. No en vano, el 85 % de los españoles que cumplen condena fuera de nuestras fronteras lo hace por delitos relacionados con el narcotráfico.

A causa del aumento detectado en este lustro y las denuncias hechas por diversas ONGs, como Movimiento por la Paz, sobre el escalofriante estado de algunas prisiones de Sudamérica, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha redoblado sus esfuerzos para trasladar a muchos de estos presos a España. Así, desde 2011 cuando superaron los 2.184 presos en el Exterior, el ministerio ha conseguido rebajar la cifra hasta los 1.849.

Según datos de los últimos cuatro años, 387 traslados han sido tramitados en función de los convenios de Estrasburgo, en lo que respecta a países europeos; y 630 lo han sido por medio de acuerdos bilaterales, sobre todo con países de Sudamérica. En el caso de este segundo grupo, las condiciones para aceptar el traslado de presos varía en función de cada país. Algunos estados exigen que el reo haya cumplido la mitad de la condena, mientras otros reclaman el pago de parte de la multa impuesta que en caso de la incapacidad de su pago se le puede eximir. No obstante, el primer requisito es que tengan una condena en firme y que, para añadir complejidad a la situación del preso, esté tipificado como delito en España, algo que no sucede por ejemplo con el consumo de drogas.

En lo referido al reparto por países de los reclusos, la gran parte se encuentra en Iberoamérica. Perú, Colombia y Brasil concentran el mayor número de estos. No en vano, el caso de Perú es especialmente llamativo puesto que en 1999 había 31 presos españoles en cárceles peruanas, lo que supone que hasta 2013, la cifra de reclusos se ha multiplicado por nueve.

Por su parte, Francia, Italia y Marruecos también cuentan con una reseñable población de presos españoles.