El Juan Sebastián de Elcano, un buque que ha dado diez vueltas al mundo
La nave, del año 1927, tiene entre sus cometidos la representación de la nación en puertos extranjeros
El buque escuela «Juan Sebastián de Elcano», de actualidad por los 127 kilos de cocaína hallados entre sus velas, es un bergantín goleta, cuyo cometido principal en la formación en el mar de los futuros oficiales de la Armada española y la representación de la nación en puertos extranjeros.
La nave, que cuenta con cuatro palos bautizados con el nombre de los buques escuelas anteriores («Blanca», «Almansa», «Asturias» y «Nautilus»), fue construido en los astilleros «Echevarrieta y Larrinaga» de Cádiz. Fue botado el 5 de marzo de 1927 y entregado a la Armada el 17 de agosto de 1928. Costó ocho millones de pesetas (unos 48.000 euros).
Desde su primer crucero de instrucción, en 1928, ha visitado más de 186 puertos de 70 países y navegado más de un millón y medio de millas náuticas. Hasta junio de 2012, había emprendido 83 viajes, de los que diez fueron vueltas al mundo.
Todos los años realiza un crucero de instrucción, de unos seis meses de duración, en el que los guardiamarinas reciben clases y participan en todas las maniobras. Al finalizar el viaje, los alumnos del Cuerpo General son promovidos a alféreces de fragata y los de Infantería de Marina a alféreces.
Manuel de Mendívil, primer comandante
Los guardiamarinas adquirieron esta denominación con el establecimiento en Cádiz en 1717 de la Real Compañía de Guardias Marinas creada bajo el impulso del intendente José Patiño, durante el Reinado de Felipe V, pero no es hasta 1862 cuando surge el concepto de una unidad destinada a la formación de los futuros oficiales.
Ese año, la fragata «Esperanza» fue destinada para este fin junto con las corbetas «Villa de Bilbao», «Santa María» y «Trinidad». Sustituyó a esta última en 1874 la fragata «Blanca», hasta 1881, y a ésta la «Almansa» y la «Asturias». En 1886, se sumó a las labores de formación la corbeta «Nautilus», predecesor inmediato del «Elcano», que, en 1888, realizó su primer viaje con guardiamarinas.
En 1910, la «Nautilus» dejó de ser buque escuela de guardiamarinas y, en 1933, fue desguazada en La Graña. El capitán de fragata Manuel de Mendívil fue el último comandante de la «Nautilus» y el primero del «Juan Sebastián de Elcano».
El primer nombre elegido para el «Juan Sebastián Elcano» fue «Minerva», pues iba a ser el sustituto de otro velero de igual nombre comprado en el extranjero, pero que no llegó a utilizarse porque no reunía las condiciones necesarias.
Sin embargo, durante una visita a Cádiz del entonces presidente del gobierno de Alfonso XIII, general Miguel Primo de Rivera, el director de los astilleros, Horacio Echevarrieta, le propuso cambiar el nombre del buque en construcción por otro más relacionado con la historia marítima española, «Juan Sebastián Elcano», el primer navegante que, en 1521, circundó el globo terráqueo. El buque escuela, en el que pueden vivir más de 200 personas, fue amadrinado en 1927 por Carmen Primo de Rivera, hija del general.
«Tu primus circumdedisti me»
El «Juan Sebastián Elcano» navega a una velocidad de 11 nudos y tiene una autonomía de 13.000 millas, desplaza 3.770 toneladas y tiene una eslora de 94,1 metros y una manga de 13,15. El buque posee aparejo de cuchillo y cruzado el trinquete y apareja veinte velas con una superficie total de 3.151 metros cuadrados.
La embarcación, uno de los veleros más antiguos que continúa navegando, no pudo zarpar en 1937, 1938 y 1939, debido a la Guerra Civil, y en 1956 y 1978, a causa de obras de gran carena.
Desde 2001 se han realizado otras obras de modificación para mejoras de habitabilidad, calidad de vida, cambio de la planta eléctrica y saneamiento de la estructura de la cámara de máquinas.
Entre los guardiamarinas que integran cada año la dotación del «Juan Sebastián de Elcano» para realizar el viaje de instrucción figuraron en su día Don Juan Carlos, en 1958, y el Rey Don Felipe, en 1987.
Su escudo de armas es el mismo que el Rey Carlos I concedió a Elcano, el cual está encabezado por la leyenda latina «tu primus circumdedisti me» (tu fuiste el primero que me rodeaste).
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