El alcalde de Barcelona dice que no cederán «ni la violencia, ni al chantaje»

Para el alcalde se trata de "una violencia fuera de lugar y de cualquier justificación", por lo que ha pedido "el más enérgico rechazo y condena a unos actos inaceptables que no deberían encontrar ningún tipo de comprensión por parte de nadie".

En declaraciones a los medios, Xavier Trias ha asegurado que "sin violencia ni disturbios, podemos hablar de todo", con lo que mantiene la puerta abierta a garantizar la continuidad de actividades de los colectivos de Can Vies. Aun así, el alcalde ha puntualizado que nadie puede pedir a una administración pública "que se salte ley, que no respete una sentencia o que tome decisiones bajo amenazas y chantajes".

Xavier Trias también ha destacado las dificultades en la negociación, de la que ha culpado a parte de los colectivos de Can Vies, a los que acusa de no querer hablar. "Desde el primer día supimos que Can Vies no era un tema más de la ciudad. Nos hemos implicado a fondo para encontrar una solución desde el primer momento. Hemos tenido una dedicación y una paciencia infinita, lo hemos intentado por todas las vías posibles, incluso alguna vez con la incomprensión de vecinos y entidades del barrio", ha explicado Trias, que ha recordado que Can Vies fue ocupada hace 15 años.

Según el balance provisional que ha hecho esta mañana el Ayuntamiento, solo el valor de los contenedores quemados anoche en el barrio de Sants es de 53.000 euros.

Los incidentes que se registraron desde primeras horas de la noche del martes en el barrio de Sants tras una nueva manifestación convocada para protestar contra el desalojo y el comienzo de la demolición del inmueble de Can Vies se extendieron a otros barrios de la ciudad. La policía practicó al menos seis detenciones durante los disturbios, según han informado los Mossos d'Esquadra.

Grupos dispersos de jóvenes actuaron en diferentes puntos tanto del barrio de Sants, donde se encuentra el inmueble desalojado, que llevaba 17 años 'okupado', como en el de Gràcia, levantando barricadas con contenedores y causando destrozos en los cristales de las sedes de algunos partidos políticos, sucursales bancarias y otros comercios, según las fuentes.

Un helicóptero de los Mossos d'Esquadra sobrevoló hasta primeras horas de la madrugada Barcelona para tratar de localizar las zonas en las que estaban actuando estos grupos violentos, ya que se produjeron también algunos incidentes esporádicos en otros barrios como Sant Andreu y Sant Martí, en la mayor parte de los casos quema de contenedores.

Algunos grupos antisistema animaban a la gente a través de las redes sociales a sumarse a la protesta y publicaron en la red fotos de los incidentes y de la actuación policial.