Margallo augura posibles contratos para empresas españolas tras su gira por el sudeste asiático

Si en Filipinas y Vietnam hubo también un importante componente de cooperación, en Malasia los contactos de García-Margallo con las autoridades del país –a quienes anunció un telegrama de condolencia de Su Majestad el Rey por la desaparición del avión de Malasian Airlines- estuvieron marcados por la economía. La próxima entrada en vigor de un área de libre comercio en los países de la Asean abre posibilidades de negocio a las firmas españolas, que están comenzando a tomar posiciones en la región.

En Malasia, Acerinox, con una inversión de 1.200 millones de euros es la más establecida, pero según indicó el ministro varias empresas españolas compiten para participar en la construcción del tren de alta velocidad entre Kuala Lumpur y Singapur, cuyo proyecto inicial es de 12.000 millones de euros, casi el doble del AVE Medina-La Meca, que se adjudicó un consorcio formado por compañías de nuestro país.

Además, Técnicas Reunidas, compite, a su vez, por conseguir alguno de los bloques del macroproyecto de energía Rapid, que incluye un complejo petroquímico y una refinería, que en su primera etapa alcanzan los 20.000 millones de dólares.

El ministro ha estado acompañado en esta gira por un nutrido grupo de empresarios con intereses en la zona o que optan a diversos proyectos. El presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Manuel Teruel, valoró ante los periodistas el apoyo del Gobierno para ayudar a las empresas a introducirse en una zona, donde hay proyectos importantes. Por su parte, el presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE, Jesús Terciado, destacó las posibilidades que se abren también en la región para las medianas empresas, algunas de las cuales ya están trabajando en ella, pero que pueden llegar a ser muchas más.

España da una gran importancia a este país como plataforma para las compañías españolas en la zona de libre comercio que pondrán en marcha diez países de la Asean.

No obstante, Filipinas tiene un problema para ser receptora de inversiones, ya que el límite que pueden tener las empresas extranjeras en un negocio es de un 40 por ciento. Varias empresas españolas como Centunión, Indra o Getinsa están trabajando ya en distintos proyectos en Filipinas y otras optan a diversos proyectos, como Gamesa en la construcción de varios parques eólicos, OHL para una autopista o Navantia para la construcción de unas fragatas.