caso nóos
El juez, al abogado de la Casa del Rey: «Permítame recordarle que está bajo juramento»
Castro intentó hasta la saciedad que el conde de Fontao dijera que había informado al Rey de sus gestiones con Urdangarín
La transcripción de la declaración como testigo del abogado de la Casa del Rey, José Manuel Romero, ante el juez instructor del caso Nóos , José Castro, y del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach, revela que se vivieron momentos de gran tensión. El instructor intentó de ... forma incansable conseguir que el conde de Fontao admitiera que el Rey estaba informado de sus gestiones con Iñaki Urdangarín para que dejara el Instituto Nóos y Romero lo negó con la misma tenacidad. En varias ocasiones el magistrado le hizo ver que no le creía, y en un momento le espetó: «Tenemos algunas sospechas de que quizá no está cumpliendo rigurosamente con su obligación (de decir la verdad como testigo), así que, por favor, permítame recordarle que está bajo juramento».
Romero explicó que él «despachaba con el jefe de la Casa de Su Majestad el Rey. Tengo que que señalar que el asunto que se planteaba (las actividades poco claras del Duque de Palma) era un asunto institucional; es decir, si se estaban cumpliendo en ese tipo de actividades las pautas ordinarias, racionales que debían regir en las personas relacionadas con la Casa de Su Majestad el Rey».
Castro en ningún momento se da por satisfecho con estas respuestas e insístía:
-¿Sabe usted si el jefe de la Casa del Rey evacuó alguna consulta con Su Majestad el Rey?
-No lo sé.
-Teniendo en cuenta que se trataba de su yerno.
-Ya, pero era una actividad en que no había en principio ninguna cuestón ilícita, sino que si era algo que si era conveniente.
-Bueno, pero aún así parece lógico, ¿no?, que alguien le trasladara a Su Majestad el Rey esa labor que usted iba a desarrollar, bien usted o bien el jefe de la Casa.
-No, yo hablé con el jefe de la Casa.
-Sí, pero, le digo, ¿quién le trasladó a Su Majestad el Rey que usted iba...?
-Yo desde luego no fui y no sé si el jefe de la Casa se lo trasladó...
Así una y otra vez: «Vamos a ver, señor, hay cosas que tratándose del yerno y obviamente de su hija, no parece lógico que Su Majestad el Rey se desentendiera de esto. Que ustedes lo puentearan, es decir, que se hiciera a espaldas de Su Majestad el Rey que usted venía a Barcelona a hacerle una recomendación al señor Urdangarín y que el Rey fuera ajeno a esa recomendación, no parece que tenga mucho sentido, igual fue así, señor, pero no parece lógico», remachó el magistrado, que solo arrancó del conde de Fontao que contó «con el beneplácito del jefe de la Casa».
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