A palos y navajazos con la Guardia Civil
Quince subsaharianos se enfrentan a los agentes que les echaron un cabo cuando llegaron a Melilla en patera. Siguen a diario los intentos de entrada a través de la valla
Seis guardias civiles heridos (tres de ellos de baja) es el resultado del enfrentamiento vivido ayer con un grupo de inmigrantes que intentaba acceder a Melilla a bordo de una embarcación. La situación fue inédita: es una de las primeras veces que los subsaharianos esgrimen ... un cuchillo y palos de todo tipo con los que lesionaron a los agentes cuando intentaban interceptarlos. De los 15 inmigrantes, diez lograron escapar a la carrera.
La embarcación llegó a la playa melillense de San Lorenzo sobre las 10.50 horas, minutos después de que fuera avistada por la Guardia Civil, según informó la Delegación del Gobierno. Los inmigrantes portaban palos y al menos un cuchillo, y mostraron una actitud «abiertamente violenta». Cuando los agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEA) intentaron lastrar la barca y conducirla a puerto, los subsaharianos comenzaron a pasarse el cuchillo de mano en mano y a golpear con malos a los guardias, según fuentes del Instituto Armado.
Cuatro de los geas resultaron heridos (tres han precisado baja médica) por fracturas en las manos y un esguince cervical.Los subsaharianos mantuvieron la misma actitud nada más poner pie en la playa, enfrentándose «con agresividad a los agentes» de las patrullas de la Guardia Civil que los esperaban en tierra, dos de los cuales también resultaron heridos con contusiones y magulladuras.
Cinco de los inmigrantes fueron interceptados y retenidos, pero los diez restantes lograron huir a la carrera en distintas direcciones hacia el interior de Melilla. Asimismo, se ha atendido también a dos inmigrantes, según la Delegación del Gobierno.
Una patera a Chafarinas
Fuentes de la Guardia Civil destacaron que los inmigrantes no intentaron usar el cuchillo, pero sí mantuvieron la actitud de amenaza y desafío. La barca que utilizaron tampoco es habitual, ya que tiene un motor de 40 caballos de potencia, más del doble de lo normal en estos casos.
El pasado viernes, después de meses de calma tras el desalojo de septiembre, llegó una embarcación a la Isla del Congreso en el archipiélago de Chafarinas. En la barcaza viajaban siete inmigrantes, dos de ellos mujeres, que aún permanecen en ese islote gracias a la ayuda del destacamento militar allí desplegado.
La situación en Melilla sigue en el clima habitual de presión. Si no se están produciendo más entradas de inmigrantes es gracias al trabajo que está haciendo Marruecos, o eso sostienen al menos desde Interior. Los intentos de saltar la valla que rodea la ciudad y acceder a suelo español son diarios, según fuentes de la Guardia Civil, aunque no lo están logrando por la razón esgrimida y el control a ambos lados de la frontera. Lo que sí se ha calmado son las tentativas en grupo y en la carrera que se produjeron los primeros meses del año. También, de momento, se ha conseguido abortar la «moda» de coches a la carrera con inmigrantes en su interior, peligrosa y preocupante. Con todo, los agentes saben que no pueden bajar la guardia ni un día.
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