las «fotocopias de bárcenas»

«Yo di la cara por ti, Luis. Me debes una explicación por los 22 millones de euros»

Jorge Trías Sagnier confiesa que nunca vio los papeles originales y que dudó del extesorero al conocerse que tenía cuentas en Suiza

«Yo di la cara por ti, Luis. Me debes una explicación por los 22 millones de euros» efe

mayte alcaraz

En esta comedia de enredos, nada es lo que parece. Las once cuartillas escritas por el abogado Jorge Trías, que publicó ayer en exclusiva ABC , en las que el que fuera diputado del PP revela cómo filtró unas simples fotocopias a un periódico que ... terminaron convirtiéndose en «los papeles de Bárcenas» , arrojan perfiles sorprendentes no solo en torno a la inconsistencia de los citados documentos sino a la mala relación del letrado con el extesorero del PP. Los antaño amigos son actores, según el relato, de un cruce de correos electrónicos que desvela bien a las claras la frágil amistad que compartían.

Es el 17 de enero de 2013 y los teletipos han escupido el resultado de una comisión rogotaria en Suiza que denuncia que Bárcenas ha llegado a tener hasta 22 millones de euros en el Dresdner Bank. Trías pregunta a su amigo, vía internet, por la veracidad de esas acusaciones y Bárcenas se niega a justificarlas: «Explicaciones ninguna -responde-, faltaría más». La indignación, según el relato, le lleva a espetarle a vuelta de correo: «Yo di la cara por ti Luis y además públicamente. Por eso creo que me debes una explicación de si eso es cierto o no».

«Nada que ver con Gürtel»

En la narración, los tejemanejes de sus protagonistas alcanzan momentos cumbre como cuando el imputado justifica la fortuna que tiene en una cuenta opaca con el argumento siguiente: «Te recuerdo que te comenté que existía una cuenta, como tiene tanta gente –aventura Bárcenas–, pero como te puedes imaginar nada que ver con Gürtel». Este es el contexto en el que se mueve una relación, merced a la cual (Trías reconoce en el escrito que fue Bárcenas el que le enseñó los papeles que él fotocopió y entregó al abogado de «El País», Gerardo Viada) la actualidad política española sufrió una auténtica convulsión el 31 de enero, ahora se ve que con una génesis bastante doméstica. De hecho es la doble historia de una venganza: la primera, la de Bárcenas contra el PP, puesto que, según el relato de Trías, el extesorero hace fotocopiar los papeles para usarlos «de forma mutilada, quitando o borrando a aquellos amigos que no quería que saliesen»; la segunda, la del propio abogado catalán, que sospecha de la fortuna de su antiguo amigo y, además, está molesto con el PP por su caída en desgracia. Trías es claro: «Desde luego los papeles me los había dado Luis Bárcenas, si los había escrito él o no nunca me lo dijo ni yo se lo pregunté. Los originales yo no los había visto nunca».

Y no le falta un solo ingrediente al relato. La intrahistoria descubre cómo las relaciones entre Trías y Bárcenas se han enfriado: el letrado catalán justifica que «últimamente no nos veíamos con la asiduidad de otros tiempos. La última comunicación que había tenido con él era para pedirle el teléfono de una persona que organizaba viajes singulares». De hecho cuenta cómo hizo uno de esos «viajes singulares junto a Luis Fraga, Bárcenas, Soria o Pérez de Tudela con los que, después de diez días de subida desde Skardu, llegamos al campamento base a cinco mil metros y pico de altura».

Las cuentas de Bárcenas

Como en un trasunto de ese viaje, la polémica que ocasionó esos papeles, que hoy investiga el juez Ruz, pierde compostura a medida que se conocen las conversaciones que mantuvieron Bárcenas y Trías en relación a los cuantiosos caudales del extesorero. «¿No recuerdas que te conté –cuenta el abogado catalán que le preguntó su amigo hoy imputado– que había gestionado un fondo en el extranjero? Lo tremendo es que la que lo filtra es la Cospe [María Dolores de Cospedal] para cargarse a todos los que representan el pasado. Está convencida de que ella va a heredar». Sin escatimar detalle alguno, Trías cuenta cómo recrimina a Bárcenas por su falta de explicaciones públicas y le conmina a que «si lo que tú gestionabas eran fondos en el extranjero como hace tanta gente, cuéntalo. Porque la información es muy grave».

«Si lo que tú gestionabas eran fondos en el extranjero, cuéntalo»

En un último intento, Trías asesora a Bárcenas de cómo esclarecer a ojos de la sociedad lo de sus cuentas: «Tú seguías instrucciones, tenías un sueldo alto, y nunca cobraste en sobres». La información era tan grave que, según el protagonista de la historia, solo cuatro días después (21 de enero) se vio impelido inopinadamente a escribir un artículo en el diario «El País» para, paradójicamente, no inculpar a su amigo por la inexplicable magnitud de su fortuna sino al partido gracias al cual había obtenido un acta de diputado entre 1996y 2000.

Desafinada orquesta

No sería la última vez que ambos «amigos» se comunicaban durante la segunda quincena de enero, los días que ambos vivieron peligrosamente tras la revelación de las «fotocopias de Bárcenas». Según Trías, una vez que él publicó un artículo en el mismo diario confirmando, sin aportar pruebas, la existencia de la contabilidad del PP, «me sentí en la obligación de pedirle a Luis Bárcenas que lo leyese con atención y que no hiciese caso a los comentarios de argumentario del partido que ya habían comenzado a hacer sonar su desafinada orquesta».

Solo quedaban unos días para que la doble venganza (contra el PP y contra Bárcenas) se consumara.

«Yo di la cara por ti, Luis. Me debes una explicación por los 22 millones de euros»

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