Termina la paz sindical en Volkswagen con la primera huelga de advertencia
Tras la finalización del período de «paz sindical», Volkswagen se enfrenta a una huelga de advertencia que pone sobre la mesa los salarios de 120.000 trabajadores
El sector automovilístico europeo se enfrenta a una crisis sin precedentes, debido a los impuestos estadounidenses y el crecimiento del automóvil chino
El gobierno alemán afronta dividido las huelgas por la crisis industrial
Empleados de Volkswagen protestan en los alrededores de la planta de Wolfsburgo
«La situación lo exige, tenemos que enseñar los dientes«, justifica la huelga Reinhard, un operario de la fábrica de Zwickau. Como él, miles de trabajadores de Volkswagen están hoy parados y la huelga afecta a todas sus fábricas del país. El periodo ... de paz sindical, acordado durante la crisis ocasionada por la pandemia, un acuerdo por el que los trabajadores aceptaban rebajar sus exigencias y evitar movilizaciones a cambio de que no se hablase de despidos, expiró a las doce de la noche del domingo.
A esa misma hora comenzaban a instalarse los piquetes, con la intención de retomar la lucha sindical. «Esta huelga de advertencia está en marcha para subrayar nuestras legítimas demandas«, ha dicho la líder del comité de empresa, Daniela Cavallo, en un mitin en Wolfsburg, la principal planta de Volkswagen en Alemania, «VW debe ser fiel a su tradición, trabajar con los trabajadores en cada crisis, no contra ellos». Pero esta crisis es diferente a todas las anteriores.
La crisis energética y la convertibilidad a la movilidad eléctrica ha dejado a la industria alemana del motor en una situación de debilidad inédita que impide a las empresas mantener las viejas prácticas. La producción ha quedado «temporalmente suspendida», ha anunciado el director regional de IG Metall en Baja Sajonia, Thorsten Gröger. «Ahora hay huelgas de advertencia que la empresa no podrá ignorar... si es necesario, este será uno de los conflictos más duros que Volkswagen haya visto jamás».
El beneficio operativo de los mayores fabricantes de automóviles alemanes ascendió a unos 7.100 millones de euros en el tercer trimestre, casi la mitad en comparación con el mismo trimestre de 2023. Las ventas también marcharon a la inversa, según los indicadores financieros de las 16 mayores empresas automovilísticas del mundo, realizado por la auditora EY. En el tercer trimestre, los fabricantes de automóviles alemanes generaron un 6% menos, un total de 145,4 mil millones de euros.
Tiempos aciagos para el sector
El primer semestre del año en su conjunto no fue nada halagüeño para las empresas de Wolfsburgo, Stuttgart y Munich: en comparación con el mismo período del año pasado, los beneficios cayeron un 18% de enero a junio y las ventas cayeron un 0,4%. Los ingresos de todas las empresas analizadas cayeron un 1,9%, hasta unos 485,900 millones de euros. El beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) ascendió a 29.000 millones de euros, alrededor de un 23,7% menos que el año anterior. Y no hay mejoras a la vista, sino todo lo contrario.
La llegada de Donald Trump de nuevo a la Casa Blanca sumará impuestos a la exportación a Estados Unidos, mientras que China fabrica ya sus propios coches más eficientes y a precios más baratos, por lo que este mercado también se cierra. El mercado nacional, atenazado por la inflación y el estancamiento económico, no ofrece tregua. «Los fabricantes de automóviles alemanes en particular atraviesan un tiempo negro como boca de lobo«, dice el experto en el sector de EY, Constantin Gall, que señala que los registros de los años posteriores a la pandemia habrían ocultado problemas estructurales profundamente arraigados que ahora están saliendo a la luz sin piedad.
«Los próximos años serán brutales», prevé. La industria del automóvil está en crisis debido a la debilidad de la economía y sufre una falta de demanda, especialmente de coches eléctricos. Ford quiere eliminar 2.900 puestos de trabajo en Alemania hasta 2027. En la fábrica de Colonia, completamente reconvertida a la electricidad y donde ya se aplica el trabajo de jornada reducida, se eliminará uno de cada cuatro puestos de trabajo.
Claves de la negociación
En Volkswagen se discuten recortes salariales, cierres de fábricas y recortes de empleos, dado que hace tiempo que no hay suficientes pedidos y nada hace predecir una mejora de la situación. Según el comité de empresa, tres plantas y decenas de miles de puestos de trabajo están en peligro. Y los proveedores Bosch, ZF, Continental y Schaeffler también quieren eliminar miles de puestos de trabajo debido, entre otras cosas, a problemas de competitividad.
La huelga de advertencia intenta situar el balón de cara a la negociación del 9 de diciembre. El conflicto gira en torno al salario de unos 120.000 empleados en las plantas de Volkswagen AG, donde se aplica una tarifa interna separada. La dirección se ha negado hasta el momento a cualquier aumento y, en cambio, exige una reducción salarial del 10%, para adaptar los costes a la situación de mercado.
Pone sobre la mesa los cierres de plantas y los despidos por motivos operativos: al menos tres plantas y decenas de miles de empleados. «En otra época hubiera supuesto para la empresa un problema una huelga como esta, perder mucho dinero. Ahora, sin embargo, es casi un alivio que pare la producción, porque no hay pedidos y no es posible colocar lo que se fabrica«, apuntan fuentes de la empresa.