Los supermercados alemanes se apuntan a la lucha contra la inflación

El principal foco de esta medida estará en las marcas propias, aunque extenderá esa política también a otras marcas. Lidl también ha anunciado reducciones de precios para un total de 39 artículos de marca propia que coinciden con los que rebaja su competidor. De esta manera esperan contribuir, tirando de sus propios márgenes, a que la inflación alemana logre ir bajando.

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De momento, los datos de junio no ofrecen tregua. La inflación ha aumentado este mes en cinco de los mayores estados federados alemanes, según los datos preliminares publicados por la oficina Federal de Estadístima. La tasa de inflación aumentó hasta el 6,2% en Renania del Norte-Westfalia y Baviera, mientras que aumentó hasta el 6,7 % en Brandeburgo, el 6,1 % en Hesse y el 6,9 % en Baden-Württemberg. En mayo, las tasas de inflación de estos cinco estados, de los 16 que componen Alemania, se situaron entre el 5,7% y el 6,6%.

Los datos de Alemania, la economía más grande de la eurozona, llegan en un momento en que el Banco Central Europeo continúa buscando evidencia de que la inflación se ha revertido. Y el dato alemán no permite muchas alegrías.

«Dicen que están tomando medidas contra la inflación desde hace un año, pero yo no veo ningún resultado», protesta Helga, una clienta de Aldi en el centro de Berlín, «el mismo supermercado y el mismo presupuesto, pero cada semana salgo con la bolsa más vacía... por eso creo que todas esas medidas están fracasando y que solo nos queda la esperanza de que los supermercados tomen la iniciativa de bajar los precios.

En junio del año pasado, en un intento de contrarrestar el aumento de los precios de la energía, el gobierno alemán redujo el impuesto sobre el combustible e introdujo un billete que permitía viajar en transporte público por todo el país por 9 euros al mes.

Como consecuencia, la inflación alemana cayó en junio de 2022. Ahora se espera un aumento interanual en el dato de junio de 2023, debido al efecto base de precios más bajos desde hace un año y a las medidas de alivio del gobierno. El dato definitivo será dado a conocer el viernes, pero en el Ministerio de Economía se sospecha ya un efecto significativo.

Un nuevo billete de viaje subvencionado cubre ahora todo el transporte público local por 49 euros al mes, bastante más alto que el billete de viaje de 9 euros vigente durante los meses de verano del año pasado. Durante este periodo de tiempo, el BCE subió las tasas en un récord de 400 puntos básicos y se espera que lo haga en julio y septiembre, pero la restricción de la política monetaria de Frankfurt no está teniendo en la cesta de la compra alemana los efectos que cabía esperar.

La inflación obstinadamente alta es, de hecho, uno de los mayores problemas de la economía alemana: abruma especialmente a las personas de bajos ingresos y ha empujado a mínimos históricos los índices de clima de consumo. Por eso los supermercados entienden que involucrarse en la solución del problema es lo más rentable a largo plazo.