El relevo de Nissan en Barcelona quiere empezar a producir en 2024
El proceso de reindustrialización de la antigua factoría se encarrila tras la firma del acuerdo con Goodman y QEV Technologies
Nissan comunica el cierre de su planta de Barcelona y deja a 3.300 trabajadores en la calle
No ha sido un proceso fácil ni corto. Tres años después del anuncio del cierre de la planta de Nissan en Barcelona, el proceso de reindustrialización de la planta, y con ello parte de los puestos de trabajo, quedan parcialmente salvados. Tras el anuncio del acuerdo hace tres semanas, esta mañana se ha formalizado el pacto, por el cual se adjudica a la empresa de logística Goodman la parcela de Nissan y sus activos, que a su vez los subarrendará al llamado 'hub' eléctrico del motor, un proyecto que arranca con la intención de comenzar a producir vehículos a principios de 2024.
Como han explicado tanto Pere Navarro, delegado especial del Gobierno en el Consorcio de la Zona Franca, propietario de los terrenos, como la ministra de Industria, Reyes Maroto, no ha sido un proceso fácil: han sido 28 reuniones de la llamada mesa de rendustrialización , -asesorada por KPMG- con episodios sonados, como la propuesta de instalar una planta de reparación de tanques del Ejército, la espantada del fabricante chino Great Wall Motors, o la reaparición de un viejo conocido, Chery, aunque ya en una fase tardía y sin posibilidades… Hasta 17 proyectos han sido evaluados, y solo en última instancia, y con una notable inyección de dinero público en forma de ayudas -subvenciones europeas, avales de la Generalitat…- ha podido cuajar en el proyecto que se ha rubricado hoy.
La fórmula la componen por un lado por la propuesta de Silence -fabricante de motos eléctricas, que ya ocupa parte de los terrenos, 61.078 metros cuadrados- y ahora de Goodman, el operador logístico que, además de quedarse con parte de las instalaciones para su propia actividad, subarrendará el grueso de la parcela al llamado 'hub' de la movilidad, proyecto liderado a su vez por QEV Technologies, que pretende fabricar furgonetas eléctricas bajo la marca Ebro sobre la base del modelo Navara -que antaño hacía Nissan antes del cierre- así como otros vehículos con la marca Zeroid. También, mantienen negociaciones con otras marcas para fabricar para ellos en sus instalaciones. QEV asume los activos de Nissan -planta de estampación, ensamblaje...-, que adecuará durante 2023 para comenzar a fabricar en 2024. El objetivo, producir unos 70.000 vehículos en entre el tercer y cuarto año de actividad.
El conjunto de las instalaciones de Nissan ocupan 518.000 metros, de los que el fabricante nipón retendrá 38.438 metros, con 287 trabajadores, para su Centro Técnico.
El citado proyecto ha recibido 65 millones de ayudas dentro del Perte del Vehículo Eléctrico, así como «importantes avales», sin concretar, por parte del gobierno catalán, tal y como ha explicado hoy tras la firma Joan Orús, CEO de QEV Technologies.
Tras el cierre de Nissan se quedaron en la calle 3.300 personas -sin contar las de la industria auxiliar-, de las que ahora quedarían por recolocar entre 1.000 y 1.250, buena parte de los cuales deberían integrarse en el 'hub' antes de que a final de año se terminen las prestaciones de desempleo. Hoy mismo se están firmando los primeros contratos, asegura QEV.
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