Lagarde menciona las subidas salariales como factor de riesgo: «Es pronto para cantar victoria sobre la inflación»
La presidenta del BCE ha apuntado que el supervisor tendrá que permanecer atento hasta lograr firmemente al objetivo del 2%
Lagarde quiere ver cuanto antes avances sobre las nuevas reglas fiscales
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha confirmado la amenaza que habían deslizado ayer varios de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE. «Es demasiado pronto para cantar victoria sobre la inflación» y el BCE tendrá que permanecer « ... atento» hasta lograr firmemente al objetivo del 2%, ha dicho en Berlín, en un evento organizado por el Ministerio de Finanzas alemán. Si bien los shocks energéticos y de la cadena de suministro que impulsaron los precios ahora están amainando, los mercados laborales aún se están ajustando y los salarios están aumentando, ha advertido como factores de riesgo.
«Hemos enfrentado un importante shock inflacionario y hemos hecho un importante ajuste de política en respuesta; los efectos de ese ajuste se sienten cada vez más y las presiones inflacionarias están disminuyendo, pero aún nos queda un camino por recorrer», ha dicho, justificando su decisión de «actuar de nuevo» si ve «riesgos crecientes de no alcanzar la meta de inflación».
Como uno de los factores a observar, en el análisis de riesgos, se ha referido esta vez a la evolución de los salarios. Por ahora, «nuestra evaluación es que el fuerte incremento salarial refleja principalmente efectos de ponerse al día relacionados con la inflación pasada, más que una dinámica autocumplida en la que la gente espera una mayor inflación en el futuro», ha apuntado, «pero para evaluar cómo están evolucionando los salarios y si representan un riesgo para la estabilidad de los precios, seguiremos de cerca una serie de acontecimientos».
También ha insistido en que la política monetaria del BCE sigue estrictamente ligada a los datos y espera que la inflación general «vuelva a aumentar ligeramente en los próximos meses, debido principalmente a los efectos base». Dada la magnitud del ajuste monetario, se ha permitido un margen, el BCE tiene ahora «algo de tiempo» para esperar y ver. Pero precisamente por ese motivo, según Lagarde, «no es momento de triunfalismo, la naturaleza del proceso inflacionario en la zona euro significa que también tendremos que permanecer atentos a los riesgos de una inflación persistente».
Después de «endurecer enérgicamente la política monetaria para alinear la demanda con la oferta y mantener ancladas las expectativas de inflación mientras la inflación aumentaba», ha justificado, «después de haber realizado un ajuste tan grande y rápido», el BCE se encuentra ahora en una fase «atenta y centrada». Su objetivo principal es «seguir centrados en hacer que la inflación vuelva al objetivo del 2%, sin apresurarnos a sacar conclusiones prematuras basadas en acontecimientos a corto plazo».
Ha sugerido Lagarde que el BCE no flexibilizará su política monetaria hasta permitir que todas las subidas de tipos realizadas en los últimos meses materialicen su impacto máximo sobre la inflación, un proceso que arrastra «retraso» y sobre el que «persiste cierta incertidumbre sobre cuán fuerte será ese efecto».
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