Lagarde llama a acelerar el mercado único europeo como remedio contra el efecto Trump

En un coloquio en el Foro Económico Mundial, Lagarde ha llamado a la zona euro atomar la iniciativa y a dotarse a tiempo de un mercado fuerte y enraizado, a «tener un verdadero mercado único». «Creo que la mejor defensa, si así lo queremos ver, es el ataque. Y para atacar correctamente es necesario ser fuerte en casa», ha dicho.

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A Lagarde le gustaría que «el dinero que se ahorra en Europa, o el dinero asociado a las pensiones, se invierta realmente en una unión del mercado de capitales que realmente funcione de manera eficiente», porque sólo así será posible en su opinión culminar la transición hacia una economía más verde. En este sentido, Lagarde ha expresado su confianza en que el informe encargado por la Comisión Europea al exprimer ministro italiano y expresidente del BCE Mario Draghi sirva para considerar propuestas que permitan avanzar en el mercado único europeo y se ha felicitado por el hecho de que la economía global avance hacia la «normalización de la no normalidad».

En la sesión de clausura de esta 54ª edición del Foro Económico Mundial (WEF) ha quedado de nuevo en evidencia la preocupación generalizada por la desaceleración económica, el temor a una escalada bélica en Oriente Próximo y la incertidumbre por los procesos electorales previstos en más de 70 países, incluido EE.UU. en noviembre.

La posibilidad de que Donald Trump se convierta, definitivamente, en candidato del Partido Republicano es también una preocupación para el ministro alemán de Finanzas, el liberal (FDP) Christian Lindner, que apuesta también por un fortalecimiento a tiempo del mercado único europeo. «Hablamos demasiado de Donald Trump en Europa, y creo que deberíamos prepararnos para reforzar la competitividad de nuestra economía», apuntaba en su intervención, «creo que es lo mejor que podemos hacer para prepararnos ante un segundo mandato de Donald Trump».

En una mesa de debate sobre 'Perspectivas globales de la economía' y tras hacerse público el retroceso del PIB alemán del 0,3% en el conjunto 2023, Lindner ha admitido que la perspectiva de crecimiento para 2024 «no es demasiado alta», si bien ha añadido que la economía alemana ha demostrado ser resiliente. «Alemania no es un hombre enfermo», ha defendido, «tras un periodo muy exitoso, Alemania es un hombre cansado, después de una noche demasiado corta», ha explicado Lindner tirando de metáforas, «y las bajas expectativas de crecimiento son una llamada de atención para tomarse una buena taza de café, hacer las reformas estructurales necesarias y luego seguiremos siendo una economía exitosa». Su colega de gabinete, el ministro verde de Economía Robert Habeck, ha sido algo más pesimista, al reconocer que a Alemania le espera «un largo periodo de debilidad». Pero Lindner ha preferido quitar hierro, tanto al caso del enfermo alemán como a la posibilidad de que Trump vuelva a irrumpir en la Casa Blanca.

En el mismo panel, en el que participaban el noruego Borge Brende, el presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam; el ministro de Finanzas de Arabia Saudí, Mohammed Al-Jadaan; la presidenta de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala; el presidente de la firma inversora Carlyle, David M. Rubenstein; y la periodista Francine Lacqua como moderadora, se ha formulado la cuestión de si un hipotético retorno de Trump aumentaría la fragmentación económica mundial. «Es difícil saber si la economía mundial está a prueba de Trump», ha respondido el presidente de Carlyle Group.

«La gente debería reconocer que (Trump) es una fuerza política seria y no se debería dejar de lado la posibilidad de que sea elegido, aunque mucha gente en Europa no sea su seguidora», ha advertido David Rubenstein, que vaticina, por cierto, que la Reserva Federal concentrará en el primer semestre del año su previsible rebaja de los tipos de interés para evitar que los recortes se puedan interpretar como un posible apoyo de la autoridad monetaria a Biden.

Sean como sean los resultados electorales de EE.UU., en noviembre, «debemos ser un socio atractivo a alto nivel y también tenemos que establecer un buen partenariado con Estados Unidos. Lo mejor es cooperar entre nosotros para reforzarnos. Es la mejor manera de prepararnos ante las elecciones americanas», ha sido la propuesta de Lindner.

La presidenta de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, ha señalado por su parte que, independientemente de los resultados electorales en Estados Unidos, es preciso seguir apostando por el comercio mundial como gran motor de desarrollo global. La nigeriana ha pronosticado que, pese a todas las incertidumbres que planean sobre la economía mundial, el comercio global en 2024 «será mejor que el de 2023». «Somos más optimistas para 2024 y prevemos un crecimiento del 2,3%» del comercio internacional, ha dicho.