ajuste de cuentas
León IA
El Papa tendrá que lidiar con la llegada de la Inteligencia Artificial y su derivada, la existencia del libre albedrío
La IA generativa irrumpe vertiginosamente (10/5/2025)
El Sabadell vale cero euros (6/5/2025)
El Papa León XIV en una reunión con cardenales
El nuevo Papa ya ha explicado el porqué de su nombre: León XIV. Ha dicho en público y en privado que al igual que su predecesor del siglo XIX enfrentó la cuestión social en el contexto de la primera Revolución Industrial, hoy la Iglesia ... Católica ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a «otra revolución industrial y al desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA)».
Sin embargo, hay una cuestión importantísima sobre la que tengo dudas que el patrimonio doctrinal de la Iglesia nos sirva de algo y es la cuestión del libre albedrío, que es lo que realmente pone en cuestión la existencia y el desarrollo de la IA generativa.
Para la doctrina cristiana, la existencia del libre albedrío es artículo de fe. Sobre esta creencia se sostiene toda su antropología moral y espiritual. Sin embargo, hay un numero creciente de científicos, desde biólogos hasta neuropsicólogos que cada vez más cuestionan esta creencia. El neuroendocrinólogo Robert Sapolsky, autor del libro 'Decidido' (Capitán Swing, 2024), es uno de los más agresivos. Sapolsky, que es un gran falsificador de historias sobre la izquierda (el chileno Salvador Allende nunca pudo ser alumno del médico alemán Rudolf Wirchow como le contó a La Vanguardia en marzo pasado, por la sencilla razón de que Wirchow murió en 1902 y Allende nació en 1908), sostiene que a la gente le cuesta creer que somos 'lujosas máquinas biológicas', pero máquinas al fin: «Cuando tomamos una decisión parece libre albedrío, pero estamos mirando en el lugar erróneo para saber de dónde procede nuestro comportamiento«. Otros científicos, con menos sesgo político que Sapolsky,también han llegado a la misma conclusión: el libre albedrío no existe y sólo es fruto de la experiencia y la adaptación evolutiva.
Esta cuestión se vuelve muy relevante cuando nos planteamos si realmente la inteligencia artificial puede llegar a tener un pensamiento propio. ¿La IA es sólo una herramienta o llegará a tener capacidad de decidir? El Papa Francisco ya se planteó esta cuestión en su intervención en la sesión del G-7 sobre Inteligencia Artificial, en junio de 2024. «Mientras que el uso de una herramienta simple -como un cuchillo- está bajo el control del ser humano que lo utiliza y su buen uso depende sólo de él, la inteligencia artificial, en cambio, puede adaptarse de forma autónoma a la tarea que se le asigne y, si se diseña de esa manera, podría tomar decisiones independientemente del ser humano para alcanzar el objetivo fijado».
Hay, además, una cuestión de magnitudes a las que no estamos acostumbrados. De la misma manera que la irrupción de las capacidades de China ha trastocado las nociones económicas (durante años y gracias al estadio de desarrollo en que estaba China, el mundo ha disfrutado de poderosas tendencias antiinflacionistas), la enorme capacidad de cálculo de la IA puede generar una apariencia de inteligencia. La cuestión salta enseguida: ¿No será la libertad que decimos disfrutar pura apariencia? jmuller@abc.es