El informe Draghi confirma el giro hacia las políticas del PP y supera las recetas socialistas

Según un informe interno del PPE en el que se comparan ambos documentos, existen más de una treintena de medidas que desarrollan las líneas marcadas por Draghi. «El diagnóstico de situación y sus recomendaciones son llamativamente coincidentes», concluye. Mientras que el ex primer ministro italiano y expresidente del BCE afirmó el lunes que «hemos llegado a un punto en el que, si no actuamos, tendremos que comprometer nuestro bienestar, nuestro medio ambiente o nuestra libertad», el PP advertía en su programa que «no cabe otra conclusión: Europa necesita reformas sólidas porque se está quedando atrás». Al final, se trata de afrontar tres desafíos –social y cultural, económico e industrial y geoestratégico– para los que Draghi se alinea con las propuestas populares y se aleja de las socialistas: cuentas públicas saneadas, mercado único más cohesionado y competitivo, mercados financieros más integrados y eficientes para fomentar la inversión y la innovación, y una provisión efectiva de aquellos bienes públicos europeos que son necesarios para el éxito en el mundo del mañana.

Noticia Relacionada

España, quinto país de la UE con mayor caída de la productividad por ocupado desde 2018

Daniel Caballero

El 'think tank' de la CEOE achaca el descenso de casi un 2% a la rebaja de jornada que ya se produce

El programa económico del PP para las pasadas elecciones al Parlamento Europeo comenzaba así: «Las cifras no permiten la complacencia. Si el peso económico de la Unión Europea era en 1993 todavía el 20% del Producto Interno Bruto global, en 2023 había caído a un 13,3%. Los salarios en Europa son hoy casi un 30% más bajos que en EE.UU. La brecha de competitividad también aumenta».

Casualmente, o quizá no, el informe Draghi se inicia con el mismo lamento: la economía comunitaria se está quedando atrás. «Según diferentes parámetros, se ha abierto una gran brecha en el PIB entre la UE y los EE.UU., impulsada principalmente por una desaceleración más pronunciada del crecimiento de la productividad en Europa. Los hogares europeos han pagado el precio en términos de pérdida de nivel de vida. En términos per cápita, el ingreso disponible real ha crecido casi el doble en EE. UU. que en la UE desde 2000».

Al final, el programa económico del PP y el informe Draghi comparten el mismo diagnóstico: España y Europa se enfrentan a una situación de incertidumbre económica, con un crecimiento más lento que el de otras grandes áreas económicas del mundo, crecientes problemas de competitividad, baja inversión y un sistema de innovación que no está en la vanguardia tecnológica ni de cerca.

Del mismo modo que ambos documentos coinciden en el diagnóstico, el programa económico del PP para las elecciones europeas de 2024 y el informe Draghi están de acuerdo en la urgencia de dar un impulso reformista. Draghi afirma en su informe que «la única manera de ser más productivos es que Europa cambie radicalmente», a la vez que el PP pide «una nueva agenda de competitividad para Europa».

En este sentido, Draghi articula sus propuestas en torno a dos grandes ejes: políticas sectoriales y políticas horizontales. Sobre las políticas horizontales, el ex primer ministro italiano se centra en acelerar la innovación, cerrar la brecha de talentos («skills gap»), apoyar las inversiones, modernizar la competencia y reforzar la gobernanza. Como él mismo señala, se trata en primer lugar de acelerar la innovación y encontrar nuevos motores de crecimiento.

En materia de transición energética, Draghi pide reducir los altos precios de la energía continuar con la descarbonización y el proceso hacia una economía circular. En este sentido, el PP propone «energía limpia y barata para que nuestras empresas y nuestras industrias sean competitivas». De nuevo la competitividad en el centro de la estrategia en el corto plazo.

Así, Draghi propone acelerar la descarbonización de manera rentable. El PP propone la remuneración de los agricultores y propietarios forestales que dispongan de sumideros de CO2 certificados como cultivos o bosques, fomentar los incentivos económicos y sociales para que tanto empresas como particulares contribuyan con sus hábitos diarios a la lucha contra el cambio climático y apostar por el mantenimiento y desarrollo de la energía nuclear cuando sea la opción más idónea, así como revisar la prohibición de vender vehículos de combustión a partir de 2035.

Respecto a la geopolítica, Draghi desliza dos ideas: las dependencias se convierten en vulnerabilidades y la seguridad ya no puede ser externalizada. En este sentido, el programa del PP apuesta porque «España deje de ser el principal país importador de gas ruso desde el estallido de la guerra de Ucrania». Otro de los asuntos que ya se ha calado en la agenda europea es la política de defensa. Draghi pide un fortalecimiento de la industria europea. En el programa del PP se propone construir una Europa de la Defensa en la que se agreguen los esfuerzos industriales de los Estados miembros, el desarrollo, la coordinación y el despliegue de capacidades estratégicas necesarias, así como la base tecnológica e industrial de la defensa europea.

Estas son las coincidencias entre las propuestas de Draghi y los populares:

Energía limpia y barata

En materia de transición energética, Draghi pide reducir los altos precios de la energía, continuar con la descarbonización y el proceso hacia una economía circular. En este sentido, el PP propone «energía limpia y barata para que nuestras empresas y nuestras industrias sean competitivas». De nuevo la competitividad en el centro de la estrategia en el corto plazo.

Sí a la nuclear

Draghi propone acelerar la descarbonización de manera rentable. El PP propone remunerar a agricultores y propietarios forestales que dispongan de sumideros de CO2 , incentivar a empresas y particulares que contribuyan a la lucha contra el cambio climático y apostar por el mantenimiento y desarrollo de la energía nuclear cuando sea la opción más idónea, así como revisar la prohibición de vender vehículos de combustión a partir de 2035.

Productividad

En un contexto de ralentización demográfica, el desafío central que señala el informe de Draghi es la productividad: el descenso de la mano de obra y la reorientación de la economía causada por las transiciones ecológica y digital, cambiará el mercado laboral y las necesidades de cualificación. El PP puso el foco en la productividad, la movilidad laboral y la capacitación de los trabajadores europeos.

Educación digital

El PP se marcó como prioridad crear un programa de educación juvenil a nivel europeo para generalizar la responsabilidad digital, y cumplir el objetivo de que al menos el 80 por ciento de los adultos cuente con capacidades digitales básicas y que haya 20 millones de especialistas en TIC empleados en la UE.

Inversión en I+D

Draghi sostiene que la inversión en I+D en la UE es insuficiente, que existen demasiados obstáculos regulatorios y que la ausencia de un verdadero mercado único impide el progreso tecnológico. Por ello, propone una mejor coordinación de la inversión pública en I+D y facilitar la financiación a pymes y grandes empresas para fomentar la innovación. En este sentido, el PP español ve prioritario que la UE refuerce su soberanía tecnológica creando una ventanilla única de acceso a las ayudas de I+D e innovación; flexibilizando la normativa actual de ayudas de Estado, y simplificando el proceso de registro de patentes a nivel europeo.

Pymes y emprendedores

Draghi explica que el camino para facilitar las inversiones es que los «inventores se conviertan en inversores». A este respecto, el PP europeo apuesta por facilitar el acceso a la financiación y a mercados internacionales de las pymes, y crear un mercado único para emprendedores jóvenes y startups.

Menos burocracia

El informe Draghi identifica la complejidad y el volumen de la regulación europea como un obstáculo para mejorar la gobernanza necesaria para enfrentar los desafíos a los que la UE debe hacer frente. En este sentido, el PP propone simplificar los procesos burocráticos, eliminar duplicidades e impulsar una nueva agenda de competitividad para Europa.