La inestabilidad de Turquía complica la permanencia de Onur Genç como CEO de BBVA

Y es que el CEO de la entidad está en una posición compleja por apegarse en exceso a sus orígenes y círculos turcos, y en el edificio de 'la vela' ya suenan nombres para sucederle. Fuentes internas del banco señalan que los favoritos a ocupar ese cargo en caso de un cese de Genç son Luisa Gómez Bravo y Javier Rodríguez. Una salida que encuentra respuesta en recelos que existen en el consejo de administración respecto a Genç; una parte del órgano de administración es proclive a buscarle un sustituto.

Consultado el banco por este periódico, asegura que Carlos Torres, presidente del consejo del BBVA, respalda a su consejero delegado y que toda especulación sobre un posible cambio de CEO es totalmente falsa.

Gómez Bravo es la actual jefa global de Banca Corporativa y de Inversión. Una mujer que representa a la perfección lo que es una persona de la casa. Lleva desde el siglo pasado en BBVA, donde ha desarrollado casi toda su carrera y donde ha pasado por diferentes cargos de responsabilidad. Siempre en puestos de dirección y ahora con mando a nivel global sobre un área tan importante para la entidad desde 2018. Una persona en la que el presidente Carlos Torres confiaría para ser su CEO, aunque también con la capacidad para plantarle cara si fuera necesario, según fuentes internas.

Rodríguez, por su parte, es ahora jefe global de Sostenibilidad. Un cargo de reciente creación, casi hecho a su medida, ya que provenía de capitanear la filial en Estados Unidos, vendida a finales de 2020. Un hombre con amplia trayectoria en la casa, más de una década, y con buena relación con el presidente Torres. Esta, además, es la apuesta de una parte del consejo de administración que recela del mando de Genç. Con todo, nada está decidido, ni nada está cerrado, sino que por el momento solo se están produciendo maniobras a nivel interno, en el consejo, que también llegan a capas de la alta dirección.

Así las cosas, Turquía, desde donde operan con su filial Garanti, es un mercado con mucho margen de bancarización y BBVA siempre ha visto que el país puede tener mucho potencial y que aportar al grupo. De hecho, es el segundo mercado en aportación al beneficio atribuido de la entidad, solo por detrás de México. Sin embargo, ese país da una de cal y otra de arena. Y ahora los principales problemas allí están en la debilidad de su moneda y los precios.

La inflación ha llegado a superar el 80% en Turquía el mes pasado, tras meses en cifras similares. Eso obligó a BBVA a activar en junio una contabilidad bajo hiperinflación que consiste «en una reexpresión de los estados financieros, con el objetivo de mostrarlos en términos reales, no nominales y permitir así una comparación más fiel de la cuenta de resultados y el balance de la entidad en diferentes momentos del tiempo», según indicó la entidad. Esto genera un impacto positivo en capital de 19 puntos básicos y un impacto negativo en el beneficio de 324 millones de euros. Asimismo, cabe recordar que antes de verano el BBVA, vía opa, aumentó su participación en su filial turca hasta el 86%.

Todo ello se conjuga con los recelos que existen en el BCE, según fuentes cercanas al organismo, respecto a los vínculos de Genç con el presidente turco, Erdogan. Más aún después de la posición de equidistancia que ha tomado el propio Erdogan en la guerra de Rusia en Ucrania. Además, nunca se ha llegado a ver con buenos ojos en los supervisores una apuesta tan decidida por un mercado como el turco.