El Gobierno y sindicatos pactan una subida del 5% del Salario Mínimo, hasta los 1.134 euros

Tras dos meses de intensos contactos y al menos tres reuniones formales a las que no se pudo llegar a un amplio consenso que sumase al acuerdo también a las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme -que se descolgaron al no existir contrapartidas en materia de indexación del SMI a los contratos públicos ni tampoco ventajas en la cotización de los trabajadores del campo- el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, anunciaba este viernes al término de la reunión mantenida con las tres partes la decisión de incrementar en 54 euros el SMI con carácter retroactivo a 1 de enero para los 2,5 millones de trabajadores españoles afectados por el rango salarial más bajo.

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De este modo, el gabinete capitaneado por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, cede en su oferta centra de subida del 4%, que llevaba la cuantía del SMI hasta los 1.123 euros mensuales, y se agarra a la de los sindicatos para lograr el acuerdo bipartito. Eso sí, el Gobierno pierde aquí el primer objetivo de la legislatura de lograr un amplio consenso acerca de la subida del SMI como pistoletazo de un curso político en el que los acuerdos parece que deberán pagarse a un alto precio por parte del Ejecutivo.

Tanto Trabajo como CC.OO. y UGT estaban dispuestos a firmar una subida del 4% si las organizaciones empresariales se sumaban a un pacto tripartito. En caso de no hacerlo, el Ministerio y los sindicatos aseguraron que la subida iba a ser «más ambiciosa» que ese 4% inicial. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, explicaba hace escasas horas ante los medios que la razón en esta oscilación de la postura de los sindicatos está en la mayor facilidad para trasladar a los convenios colectivos la revalorización del SMI con el concurso de la patronal en el acuerdo que sin ellos. Si bien, una vez consumado el rechazo de la organización presidida por Antonio Garamendi, las organizaciones de trabajadores han visto la ventana abierta para acercar al Gobierno a su postura, que finalmente se ha impuesto.

A principios del año pasado, el Gobierno acordó, sólo con los sindicatos, una subida del SMI del 8% para 2023. Su compromiso para esta legislatura es fijar, por ley, que esta renta mínima siempre debe ser equivalente al 60% del salario medio.

Cabe recordar en este punto que la CEOE tampoco se sumó a las subidas del SMI de 2022 y 2021 acordadas por el Gobierno de Pedro Sánchez con CC.OO. y UGT, pero sí pactó con ellos el incremento de 2020, cuando aumentó desde los 900 a los 950 euros mensuales. En esta ocasión, la patronal había adoptado una postura proactiva con su oferta primera -anticipándose a la del Gobierno- en la que llegó a proponer un incremento del 3%, hasta los 1.112 euros, si bien exigía una contrapartida tal y como se ha mencionado para poder entrar a negociar una revalorización del mayor nivel.

En la rueda de prensa posterior a la reunión que apenas se estiró una hora y media, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, quiso agradecer a sindicatos y empresarios su esfuerzo negociador, y subrayó que esta subida del SMI beneficiará a más de 2,5 millones de personas, de las que un tercio serán mujeres y jóvenes, que podrán a partir de ahora «vivir mejor». Aquí, según apuntan desde UGT, la nueva revalorización afectará además al 30% de los convenios colectivos vigentes en nuestro país.

«Esta subida nos permitirá también subir el salario por hora de las empleadas de hogar y seguir avanzando en un país más próspero, que acabe con el diferencial salarial con Europa, que siga luchando contra la brecha de género y que redima del elemento fatal que es la pobreza salarial», resaltaba Pérez Rey antes de destacar la «altura de miras» de los sindicatos al acordar esta subida, e indicar que desde que se inició la senda ascendente del SMI, esta renta mínima se ha revalorizado un 52%, lo que ha contribuido a reducir la pobreza salarial en un 25%.