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El Gobierno británico laborista anuncia una de las mayores subidas de impuestos en 14 años

El primer presupuesto del Ejecutivo de Starmer prevé un incremento tributario por valor de 47.800 millones de euros

El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer europa press
Ivannia Salazar

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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Rachel Reeves, la ministra británica de Economía y la primera mujer en ocupar el cargo en la historia del país, presentó este miércoles el primer presupuesto de un gobierno laborista en 14 años, marcando un momento significativo en la política del Reino Unido. El presupuesto de otoño es un anuncio fiscal que el gobierno realiza en esta época del año y que forma parte del proceso anual de planificación fiscal y financiera.

Reeves, que ya había advertido sobre las «decisiones difíciles» que el gobierno ha tenido que tomar, anunció un paquete que incluye aumentos de impuestos y recortes de gastos por un valor de aproximadamente 47.800 millones de euros, con el objetivo de abordar los problemas económicos urgentes que enfrenta la nación, lo que constituye uno de los presupuestos con mayores aumentos de impuestos fuera de un período de recesión.

La responsable de Economía culpó a la crisis heredada de los gobiernos conservadores, cuyas finanzas públicas calificó de «ficticias». Reeves criticó al gobierno anterior por no haber presupuestado adecuadamente los costos de compensación por los escándalos de sangre contaminada y el caso de Horizon de Post Office (el servicio de correos). «El agujero negro en nuestras finanzas públicas este año, que se repite cada año, las compensaciones que no financiaron y su fracaso para evaluar la magnitud de los desafíos que enfrentan nuestros servicios públicos significan que este presupuesto aumenta los impuestos en 40 mil millones de libras (47.800 millones de euros)», afirmó.

Subida del salario mínimo

Entre los anuncios clave, confirmó que el salario mínimo aumentará en abril del próximo año en un 6.7%, alcanzando 14,6 euros por hora, y detalló un incremento en las contribuciones a la Seguridad Social para los empleadores, que aumentará en 1.2 puntos porcentuales, alcanzando el 15% a partir de abril. Este cambio se espera que genere 29.900 millones de euros adicionales. «Sé que esta es una elección difícil. No tomo esta decisión a la ligera», declaró la ministra, reconociendo la carga que estas medidas pueden imponer sobre las empresas.

Además, elevó la tasa más baja del impuesto sobre las ganancias de capital del 10% al 18%, y la tasa más alta del 20% al 24%. Sin embargo, las tasas de impuesto sobre las ganancias de capital para propiedades residenciales se mantendrán en 18% y 24%. También se extenderá la congelación de umbrales del impuesto de sucesiones, permitiendo heredar hasta 388.370 euros libres de impuestos.

Reeves, que aseveró que el Reino Unido votó por un cambio y que el gobierno del Partido Laborista tiene un mandato para una década de «renovación nacional», prometió «más libras en los bolsillos de la gente» y mejores estándares de vida, destacando que la única forma de impulsar el crecimiento económico es «invertir, invertir, invertir». Así, anunció un aumento de 27.000 millones de euros en el presupuesto de sanidad, y 8.000 millones para el Educación, que incluye 1.670 millones para la reconstrucción de colegios. La ministra destacó la necesidad de más inversión pública, por lo que, dijo, se invertirán 1.200 millones en el sector aeroespacial, 2.400 millones en el sector del automóvil, y 7.300 millones en sectores como ingeniería y biotecnología.

La oposición acusa de «romper» promesas

La reacción de la oposición llegó con el discurso del todavía líder del Partido Conservador, Rishi Sunak, quien aseguró que el gobierno de Keir Starmer había «manipulado las cifras» y que los impuestos habían alcanzado niveles récord. Sunak destacó que la situación actual es mejor que la que los conservadores heredaron en 2010 y acusó a Starmer de incumplir promesas, señalando que el presupuesto está lleno de «promesas rotas». Además, cuestionó la supuesta existencia de un «agujero fiscal» de 22 mil millones de libras, y subrayó que la economía quedará más expuesta a futuros «shocks» debido a las decisiones del gobierno laborista y que los aumentos de impuestos sobre empleos y empresas «dificultarán el crecimiento».

El ex primer ministro enfatizó que el aumento en las contribuciones a la Seguridad Social rompe la promesa de no subir impuestos a los trabajadores, y refutó las afirmaciones sobre la mala situación económica que heredaron, describiéndolas como «tonterías». Destacó que la inflación ha vuelto al objetivo del 2%, que el desempleo es bajo y que el Reino Unido es la economía avanzada de más rápido crecimiento en el mundo. Además, denunció que «nunca en la historia de nuestro país los impuestos serán más altos que bajo este gobierno laborista».

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