Francia se adelanta al MidCat y comienza a bombear gas hacia Alemania un día antes de su reunión con Sánchez

A cambio de estas entregas de gas, Alemania suministrará electricidad a Francia, donde alrededor de 30 reactores nucleares están actualmente cerrados por problemas técnicos y de mantenimiento. Las entregas de electricidad no han comenzado todavía y el flujo de gas tampoco era urgente, dado que las reservas alemanas están actualmente al 95% de su capacidad y no se comenzará a perder almacenamiento hasta que comiencen los meses más duros de calefacción, pero Francia se adelanta así estratégicamente a la visita a Berlín de Pedro Sánchez, que mañana viernes acude a la Cancillería junto con el portugués Antonio da Costa para un último intento, a la desesperada, de reactivar el proyecto MidCat. Cuando lleguen, el flujo de gas francés será ya un hecho consumado.

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Para las entregas de gas a Alemania, Francia se sirve de un gasoducto por el que antes fluía gas en sentido contrario, incluso desde Rusia. Pertenece al gasoducto de Europa Central (Megal), que atraviesa el sur de Alemania hacia la República Checa y por el que el gas llega ya mezclado con olores sulfurosos. En Alemania, tales sustancias solo se agregan cuando el gas va a los hogares y sirven para que el escape de gas se note más rápidamente. Esta característica pude terminar planteando problemas técnicos que España podría alegar como argumentos a favor de su propio suministro: no se puede descartar que «aplicaciones de consumo particularmente especiales y sensibles en la industria reaccionen sensiblemente al contenido adicional de azufre en el gas natural», ha reconocido el ministerio regional de Economía del Sarre. Los operadores de red en el Sarre y Renania-Palatinado deben ser informados el día anterior sobre las entregas desde Francia para que la adición de sustancias olorosas pueda suspenderse o ajustarse. El Ministerio de Asuntos Económicos considera posible un «aumento de los informes de olor a gas».

Esta inauguración del suministro de gas francés a Alemania es la prueba palpable que presenta Macron de que el MidCat es «absolutamente innecesario» y un nuevo obstáculo para el proyecto de Sánchez de convertir a España en el hub de entrada de gas e hidrógeno para el resto de Europa.