La pieza formativa que marca diferencias en el mercado laboral

Los alumnos son cada vez más conscientes de la utilidad de estudiar un máster. Tal y como recuerda María Valdés, vicerrectora de Estudios e Innovación Docente de la UAB, «la adaptación al marco europeo de Educación Superior supuso una transformación significativa de la estructura de las enseñanzas universitarias en España, que se articularon en tres ciclos: grado, máster y doctorado». El máster era una estructura novedosa en nuestro sistema y la evolución de la demanda de másteres oficiales ha sido ascendente desde el momento de su implementación. «Los estudiantes tardaron un tiempo en ver la necesidad de completar sus estudios con un máster, pero el evolutivo de matrícula en la última década muestra claramente que son cada vez más conscientes de su utilidad», puntualiza.

Norman Kurtis, decano de Programas de IE Business School en IE University, señala varias razones para hacer un máster. Entre ellas, «mejora la empleabilidad y acelera la carrera profesional de los graduados». Además, muchos alumnos deciden cursar un master para cambiar de función para enriquecer su perfil y reorientar su futuro profesional hacia nuevos sectores. «Nuestros másteres tienen un impacto en su vida, ya que a través de él deciden su propósito, su futuro profesional y trabajan para convertirse en la mejor versión de sí mismos», matiza. Y no tiene dudas de que cuanto mayor es el nivel de formación, más capacidad hay para negociar salario y ocupar puestos directivos. Tras adquirir con estos estudios las llamadas habilidades «duras» (conocimiento, herramientas, etc) y «blandas» (pensamiento crítico, resolución de problemas, trabajo en equipo, resolución de conflictos, comunicación verbal y escrita, negociación, etc), «vemos que el mercado de trabajo valora cada día más las 'soft skills' por su complejidad e impacto en el día a día de la gestión empresarial», recuerda Kurtis.

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La responsable de Carreras Profesionales de EOI, Andrea San Emeterio Lezcano, resalta la visión práctica de los contenidos de este tipo de estudios, «que capacita de forma instantánea para su desempeño profesional». Pensando en el reclutador, «el título del máster acredita que el candidato tiene realmente conocimientos especializados en un área de conocimiento, así como habilidades demandadas en el mundo empresarial. Este factor es muy valorado por las compañías en sus procesos de selección». Recuerda también que sus alumnos trabajan en grupo para desarrollar un proyecto de emprendimiento en el cual ponen en valor habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, dotes de gestión empresarial y conocimiento experto sobre el ámbito de estudio del máster.

Con un mercado en continua cambio, los másteres aparecen como productos formativos flexibles, en constante adaptación a las necesidades del mercado laboral. «Esa es precisamente la clave de su éxito. En cada edición actualizamos el contenido y perfeccionamos nuestra metodología para incorporar las últimas tendencias y conocimientos», explica Andrea San Emeterio. Cursando estos estudios se desarrolla el diálogo continuo y las alianzas con empresas y organizaciones para desarrollar y actualizar los programas formativos. «Recibimos 'feedback' continuo, tanto la dirección académica del máster, como del profesorado, alumnos y antiguos alumnos que redundan en una continua mejora de nuestros programas», afirma la vicerrectora.

Alberto Gavilán, director de Talento del Grupo Adecco, reconoce que el desempleo impacta de manera más virulenta en las personas con menor nivel formativo, «pero en el mercado laboral español no es un requerimiento obligatorio la formación de postgrado a la hora de optar a un puesto de trabajo». No obstante, «en muchos casos sí que se convierte en un elemento que marca la diferencia a la hora de elegir a uno u otro candidato, sobre todo, en posiciones que requieren más especialización». En España, tan sólo el 1,64% de las ofertas de empleo demanda esta titulación como requisito, según el último Informe Infoempleo Adecco. Aunque no se considere indispensable para lograr un puesto de trabajo, «los expertos en selección tenemos claro que para determinados puestos un candidato con este tipo de formación cuenta con un conocimiento cualificado que encajará mejor con lo que las empresas busquen», aclara.

Oferta de empleo que reclama estudios de posgrado

En porcentaje %

Por áreas funcionales

16,40

Legal

7,42

Calidad, I+D, PRL y medio ambiente

1,91

Tecnología, informática y telecomunicaciones

1,70

Administrativos y secretariado

1,56

Diseño y maquetacón

1,35

Marketing, comunicación y contenidos

0,87

Ingeniería y producción

0,83

Administración de Empresas

0,59

Recursos humanos

0,11

Compras, logística y transporte

0,07

Comercial, ventas

0,05

Atención al cliente

Por categoría

5,42

Dirección

9,45

Mandos

6,35

Técnicos

0,49

Empleados

Fuente: Infoempleo y Adecco / ABC

Oferta de empleo que reclama estudios de posgrado

En porcentaje %

Por áreas funcionales

Legal

16,40

Calidad, I+D, PRL

y medio ambiente

7,42

Tecnología, informática

y telecomunicaciones

1,91

Administrativos

y secretariado

1,70

Diseño y maquetacón

1,56

Marketing, comunicación

y contenidos

1,35

Ingeniería y producción

0,87

Administración

de Empresas

0,83

0,59

Recursos humanos

Compras, logística

y transporte

0,11

Comercial, ventas

0,07

Atención al cliente

0,05

Por categoría

5,42

Dirección

9,45

Mandos

6,35

Técnicos

0,49

Empleados

Fuente: Infoempleo y Adecco / ABC

Según este informe, Auditoría es el sector que ha demandado más candidatos con formación de postgrado en sus ofertas de empleo (16,28%) y en segundo lugar, se sitúa el sector de Calidad y Medio Ambiente (8,64%). Gavilán indica igualmente que el salario promedio de los trabajadores varía en función de su nivel de estudios. «Según las evidencias, el rango salarial de un trabajador con máster o postgrado se ve incrementado en una media de más de 12.000 euros anuales, con respecto a un empleado con estudios básicos», avanza.

La experiencia de IE University permite ver que 40-50% de los graduados quieren cambiar de rol/función tras haber completado su formación. Norman Kurtis pone como ejemplo a un alumno que estudió ingeniería y ha trabajado como ingeniero durante seis años, que cursa un máster y quiere cambiar a un rol de gestión. O también el alumno que estudió ciencias sociales (psicología, sociología, historia, etc) y ha trabajado en una institución pública que se apunta a un máster con la intención de adquirir un rol de marketing/comercial. Otro caso es el del alumno que estudió ADE con experiencia laboral en empresa que realiza un máster para emprender y poner en marcha su propia startup.

Alberto Gavilán ve como la formación de posgrado abre un amplio abanico de posibilidades al empleado en el mercado de trabajo. «En muchos casos funciona como trampolín para aquellos jóvenes que buscan una primera oportunidad en el mundo laboral convirtiéndose en un elemento diferenciador para la decisión de los reclutadores», indica. En otros, para profesionales con experiencia, el posgrado garantiza la empleabilidad y facilita la mejora de categoría profesional o la reinvención. «El 'reskilling' (reciclaje profesional) y 'upskilling' (capacitación adicional) gracias a un máster pueden ser clave para una reinvención laboral y ahora es un momento excelente para que todas aquellas personas que están próximas a incorporarse al mercado de trabajo y las que se han quedado sin empleo apuesten por la formación para mejorar su currículo», advierte el director de Talento del Grupo Adecco. No obstante, recuerda que antes de decidir, hay que analizar qué trabajos serán los más demandados en los próximos años y qué exigirá el entorno laboral debido a la digitalización.

«Lo cierto es que cuando queremos dar un giro a nuestra carrera profesional, pero no tenemos experiencia relacionada con este nuevo ámbito, la formación especializada es casi la única forma de acceder a este futuro mercado laboral», reconoce Andrea San Emeterio Lezcano. Cree que, en estos casos, el máster es el tipo de formación más demandada, ya que son estudios eminentemente prácticos, actualizados y muy focalizados y cercanos a la realidad empresarial actual. «Además, la duración es corta, la dedicación y carga de trabajo es asumible, y se utilizan metodologías de aprendizaje flexibles y on line compatibles con el ejercicio profesional».

«La formación continua está, por definición, muy orientada a la empleabilidad, a la capacitación laboral, la actualización y la mejora de las expectativas laborales», explica María Valdés, vicerrectora de Estudios e Innovación Docente de la UAB. También la responsable de Carreras Profesionales del EOI cree que se debe abrazar la idea de que la formación va a ser una constante en nuestra carrera profesional. «Tenemos que estar continuamente apostando por el talento en la gestión, asumiendo nuevos valores y metodologías, de forma independiente a nuestra edad o momento laboral», resalta. Considera además que la formación especializada, y en concreto los másteres, son la mejor vía de incorporación o readaptación al mercado laboral, tanto por su valor añadido como por las relaciones que se establecen entre los alumnos, los profesores y la institución educativa de la que pasan a formar parte.

Estudiantes matriculados en máster

Ciencias

Ciencias Sociales

y Jurídicas

11.018

148.474

Artes y Humanidades

21.259

Ciencias de la Salud

29.085

Ingeniería y Arquitectura

49.155

95.794

93.652

92.657

90.755

85.480

71.548

55.628

2020-21

2021-22

2015-16

2019-20

2018-19

2017-18

2016-17

Fuente: Ministerio de Universidades / ABC

Estudiantes matriculados en máster

Ciencias

Ciencias Sociales

y Jurídicas

11.018

148.474

Artes y

Humanidades

21.259

Ciencias de

la Salud

29.085

Ingeniería

y Arquitectura

49.155

55.628

2015-16

71.548

2020-21

85.480

2019-20

90.755

2018-19

92.657

2017-18

95.794

2016-17

93.652

2021-22

Fuente: Ministerio de Universidades / ABC

Desde las universidades y escuelas de negocio se está llevando a cabo un importante trabajo para ajustar las temáticas de los másteres a las necesidades del mercado laboral. «Estamos tratando de establecer vínculos con el tejido productivo para que esa adaptación sea exitosa», indica María Valdés. En la UAB, por ejemplo, han impulsado el proyecto de presentación del catálogo de formación continua a empresas e instituciones que les ha permitido ya promocionar alguna formación de corta duración hecha a medida, por encargo de asociaciones empresariales o municipales que lo ofrecen a sus trabajadores. «Hay una serie de temas que están más directamente vinculados a transformaciones a las que deben adaptarse empresas e instituciones: la digitalización, la sostenibilidad, la inteligencia artificial. La oferta de másteres en estos temas sí que está creciendo en los últimos años», señala la vicerrectora de la Universidad Autónoma de Barcelona.

En el caso de IE University, trabajan con reclutadores en todo el mundo, de todos los sectores, que demandan perfiles para posiciones de gestión, consultoría, finanzas, marketing e innovación. «Además, en nuestro caso particular, tenemos un ecosistema de emprendimiento muy relevante, y vemos que el 5-10% de nuestros alumnos emprenden tras su graduación, y el 25% lo hace a lo largo de su carrera profesional», cuenta Norman Kurtis.

César Arranz es patrono de la Fundación CEDE y presidente de la Asociación Española de Ejecutivos y Financieros (AEEF). Después de haber realizado tres másteres, dos de ellos en el extranjero y un MBA, es un gran defensor de estos estudios de posgrado. «Como se aprovecha más es simultaneando con un trabajo porque si estás en una compañía todo lo que aprendes lo trasladas directamente al mundo laboral», resalta Arranz. «Te complementa, te obliga a pensar e introducirte en un mundo real de distintos sectores con una riqueza de información brutal con la que debes sacar conclusiones que te forman para tomar decisiones». Define el máster como «un facilitador para encontrar trabajo. Es una compañía para las compañías porque saben que estos candidatos han trabajado en casos prácticos muy específicos y eso es sinónimo de productividad. Con un máster se adquiere criterio y capacidad de análisis», señala el patrono de CEDE. Teniendo en cuenta el exceso de información que tenemos en el mundo actual, «hay que formarse en criterio, que luego se transforma en decisiones dentro de las empresas».

Salario medio según nivel formativo alcanzado

En euros

19.798

Estudios básicos

24.709

Formación profesional

25.373

Bachillerato

29.290

Estudios universitarios

38.263

Posgrado

36.053

Ingeniería superior

34.112

Ingeniería técnica

33.251

Doctorado

31.706

Licenciatura

29.127

Máster

27.211

Grado

27.056

Diplomatura

Fuente: Ministerio de Universidades / ABC

Salario medio según nivel formativo alcanzado

En euros

19.798

Estudios básicos

Formación profesional

24.709

25.373

Bachillerato

Estudios universitarios

29.290

Posgrado

38.263

36.053

Ingeniería superior

34.112

Ingeniería técnica

33.251

Doctorado

31.706

Licenciatura

29.127

Máster

27.211

Grado

Diplomatura

27.056

Fuente: Ministerio de Universidades / ABC

En esta fundación son testigos de que para acceder a un puesto de responsabilidad el máster es absolutamente fundamental, para que te tengan en cuenta. Arranz recuerda también que existen los másteres adaptados al negocio. «Con ellos se logra una adherencia a tu negocio muy importante, donde vas a hacer carrera». César Arranz señala sectores punteros en fase de crecimiento, como energía, banca o telecomunicaciones donde tener estos estudios de postgrado «es imprescindible si quieres crecimiento». Y también resalta la necesidad de una formación continua «por curiosidad personal y porque profesionalmente no queda otra, es obligatorio, toda tu vida».