Endurecer y encarecer el crédito aumenta el precio de los alquileres, según el BCE

Por una parte, la institución analiza lo que ocurre en un escenario en el que se introducen restricciones a los préstamos que se pueden dar a los usuarios en función del valor de la vivienda y sus ingresos, tomando como base el escenario adoptado por Irlanda en 2015.

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El BCE concluye que un 'shock' de este tipo «aumenta los alquileres, reduce los precios de las viviendas y disminuye las tasas de propiedad de viviendas». Así, algunas familias optan en este escenario por vivir de alquiler y no comprar, y añade: «Para convencer a más propietarios de que intervengan y proporcionen unidades adicionales en el mercado de alquiler, los precios de los alquileres deben subir». El documento también destaca que los hogares «pueden optar por convertirse en propietarios de viviendas de todos modos, pero de casas más pequeñas». Esta dinámica «hace bajar los precios de las viviendas», en teoría.

En este sentido, la institución dirigida por Christine Lagarde asegura que restringir el crédito para la vivienda es «particularmente perjudicial para los inquilinos, los hogares jóvenes y aquellos en la parte inferior y media de la distribución del ingreso», ya que estos últimos han de posponer sus decisiones de compra y se enfrentan a alquileres más altos.

La organización monetaria destaca los beneficios que tiene establecer este tipo de restricciones para evitar burbujas inmobiliarias, como la que estalló en 2008. Pero también reclama «ponderar cuidadosamente» estos beneficios frente a los perjuicios que ocasiona. Desliza también que en estos casos «las autoridades podrían considerar compensar a los hogares que se ven afectados negativamente por estas reformas por otros medios para minimizar sus consecuencias distributivas negativas no deseadas».

Por otra parte, el BCE analiza lo que ocurre en el mercado de compraventa y alquiler en un escenario de un aumento permanente e inesperado de la tasa de interés real de un punto porcentual. La conclusión, en este caso, es la misma que con el otro 'shock': «Aumenta los alquileres, reduce los precios de las viviendas y reduce la propiedad de viviendas».

En este supuesto, además, tiene un efecto positivo sobre los que ya son propietarios ya que subir los tipos hace más atractivo invertir en otro tipo de activos. «El efecto se ve reforzado por el aumento de la rentabilidad de los activos financieros, que incentiva a los propietarios a ahorrar más en bonos o acciones y menos en vivienda, e implica que los alquileres deben aumentar aún más para mantener el mercado de alquiler en equilibrio», indica el informe. «En particular, los hogares de ingresos medios y altos se benefician de la mayor rentabilidad de los ahorros, así como de los precios más bajos de las viviendas, mientras que los hogares pobres pierden con los precios más altos de los alquileres», concluye.