«No deberá sorprender ver a un chino o un indio de presidente del FMI»

En realidad, Alfonso opina que esta reforma ya tardaba puesto que «significa formalizar algo que se acerca más a la realidad, y España y Europa cade vez más tendrán que hablar de tú a tú con las economías emergentes. Nuestra generación tendrá que vivir sabiendo que las potencias económicas son Norteamérica, Europa, China y Asia, Japón e Iberoamérica».

¿Un FMI no liberal?

Pero, ¿qué consecuencias puede tener un FMI más «emergente»? ¿Habría alguna posibilidad de que dejara de ser predominante en el Fondo el pensamiento capitalista liberal que domina ahora? No olvidemos que hoy en día el FMI ejerce un poder muy importante a la hora de crear opinión en los mercados financieros mediante informes, estudios y recomendaciones que sus autoridades emiten de forma continuada, algo que conoce muy bien España por haber estado —y estar todavía— en el ojo del huracán de los mercados.

Un mayor poder chino en el Fondo no debería en principio romper la inercia que lleva el FMI, ya que China es más pragmática de lo que parece en sus decisiones económicas. «Habrá que ver cómo se comportan el gobierno chino y sus dirigentes, aunque soy razonablemente optimista porque China seguirá optando por el pragmatismo como ha hecho en los cuatro gobiernos que ha tenido desde el año 75», asegura Alfonso.

Esto significará que, aún a regañadientes, el gigante asiático seguirá poco a poco liberalizando su economía —y muy especialmente, revaluando poco a poco su moneda— durante, por lo menos, una década más. Y su mayor fortaleza en el FMI no traerá consigo una ruptura de las tesis que han guiado al Fondo desde su fundación en 1945. «Hay que tener en cuenta que a China le interesa como a nadie que el mundo vaya bien porque ellos son su fábrica, al igual que India se está convirtiendo en ‘la oficina del mundo’».

Al fin y al cabo, el FMI es una institución financiera capitalista en su propio origen, y que aunque puedan instalarse pequeños cambios en ella es muy difícil que varíe su concepción global como «lobby» ideológico del capitalismo.

Alternancia Europa-EE.UU.

Pero con una mayor presencia de emergentes, ciertas reglas no escritas como la alternancia en la presidencia (de europeos en el FMI y norteamericanos en el Banco Mundial) llegarán a su fin, ya que hay «una generación muy fuerte de técnicos brasileños, rusos, indios o chinos que están en estos organismos. Que uno de estos altos ejecutivos llegue a presidente es algo natural, aunque no será inmediato, pero se dará en la siguiente década seguro».

Estos técnicos, sin embargo, «están formados en su mayor parte en entornos liberales, en universidades de Estados Unidos o Europa y escuelas de negocios que tienen relación con el primer mundo aunque estén situadas en Pekín, Nueva Delhi o Río de Janeiro».

El papel de España y Europa

Respecto al futuro papel de España en instituciones internacionales, otro experto considera obvio que «tendrá que estar muy integrada en Europa», algo que hoy en día parece más difícil dada la desunión que ha generado la crisis del euro.

Sin embargo, el futuro de Europa es estar unida mal que le pese a algunos «porque el mundo del futuro no se va a articular en torno a pequeños países sino a grandes regiones económicas: Norteamérica, sudeste asiático, Iberoamérica y por supuesto Europa».

Según este experto, «hay voluntad política de que la zona euro siga y de que Europa acabe actuando de forma conjunta en el mundo. Ser pequeños territorios independientes en una economía muy globalizada es poco efectivo y eficiente».