La cesta de la compra, a precio de oro: estos son los alimentos que más suben

Este último alimento ha protagonizado una escalada muy significativa y, desde octubre del año pasado, se ha disparado la friolera de un 42,8% pero no es el único alimento cuyo precio está escalando su particular Tourmalet. Le siguen las legumbres y hortalizas frescas, que se han encarecido un 25,7%, los huevos un 25,5%, la leche un 25%, los aceites y grasas un 23,9% y los cereales y derivados un 22,1% y el pan un 14,9%. También la carne ha visto crecer sus precios, especialmente la de ave que es tradicionalmente la más barata, un 18,3% mientras que la de vacuno y ovino, lo ha hecho un 14,9% en los últimos 12 meses. En menor medida, el porcino ha visto revalorizarse su valor un 12,3%.

En estas subidas hay que tener en cuenta diferentes circunstancias que van más allá de la actual ola inflacionista: las mermas significativas en las cosechas por la sequía de los últimos meses en cultivos como el aceite de oliva y, sobre todo, la escalada de los costes de producción de los agricultores y ganaderos. Según el Índice de Precios Pagados por los Agricultores que elabora el Ministerio de Agricultura, con datos de julio, ya apuntaban que solo la energía ya se había disparado más de un 89% en un año, los fertilizantes un 92,28%, y los piensos compuestos un 37,92% para los productores primarios, entre otros conceptos.

Las principales organizaciones profesionales como Asaja, COAG y UPA vienen protestando desde hace meses por este motivo.

De cualquier forma, la inflación tiene efectos perversos sobre la economía es ya una obviedad, porque la escalada de los alimentos coincide con la confirmación de que el IPC se moderó el pasado mes y se situó en el 7,3%. en tasa interanual. Mientras que la inflación subyacente se estabilizaba en el 6,2%.