La Caixa y Banco Sabadell, tras el acuerdo PSOE-Junts: «Volver a Cataluña no está sobre la mesa»
El pacto contempla la negociación de un plan para incentivar que las empresas que se han marchado tras el 1-O regresen a la comunidad
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Isidro Fainé, presidente de la Fundación 'la Caixa'
La Fundación 'la Caixa', que engloba al holding inversor CriteriaCaixa, y Banco Sabadell no tienen ninguna intención en estos momentos de devolver sus sedes a Cataluña. Se marcharon de la comunidad autónoma poco después del referéndum del 1-O de 2017 y ... desde entonces permanecen establecidos en diferentes comunidades autónomas.
«Volver a Cataluña no está sobre la mesa». Este es el mensaje que trasladan fuentes oficiales tanto de la órbita Caixa como desde el Sabadell. Idéntico mensaje que supone mantener la misma posición de estos últimos años, y todo ello pese a la declaración de intenciones de PSOE y Junts de negociar un plan para tratar de hacer regresar a las compañías que movieron sus sedes sociales y fiscales.
Los socialistas negociarán con el partido independentista «los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años». El objetivo es tratar de revertir la fuga de casi 9.000 empresas que se ha producido desde 2017 y, especialmente, recuperar a los pesos pesados del tejido productivo catalán, entre los que destacan todo el mundo que rodea a la marca Caixa y a Banco Sabadell.
Desde la fundación y el holding inversor de Caixa, presididos ambos por Isidro Fainé, trasladan que este asunto no está sobre la mesa. La Caixa, a través de Criteria, posee más de un 30% de Caixabank, el primer banco español y en el que el Estado tiene un sillón en el consejo de administración. Sin embargo, desde Caixabank han rechazado realizar comentarios sobre su posición.
El entorno Caixa está conformado por el banco, por la fundación y el holding inversor. Estos dos últimos trasladaron su sede en 2017 a Baleares, concretamente a Palma de Mallorca. En el caso de la entidad financiera, el movimiento fue hacia Valencia. Nada ha cambiado desde entonces.
Banco Sabadell, por su parte, optó por dejar Cataluña para instalar su sede en Alicante. Allí permanece desde 2017 y ahora tampoco tiene intención, a día de hoy, de andar el camino inverso.
Estos son los casos que más trascendencia tienen para Cataluña, pero la fuga de empresas desde el 1-O fue mucho más allá. Desde 2017 han dejado la comunidad casi 9.000 compañías, entre las que están también Abertis, Cellnex, Naturgy, Allianz... sociedades también con mucho peso en el territorio que tampoco han regresado.
El traslado en 2017
Tras el referéndum del 1 de octubre de 2017, el goteo de pymes y grandes empresas que decidían trasladar sus sedes era inagotable. Pero fue el movimiento de las sociedades de mayor tamaño, y más emblemáticas de Cataluña, lo que desató un mayor revuelo.
En el caso del sector financiero el problema era mayor dada la materia prima de su negocio: el dinero. Por una parte, los inversores reclamaban moverse a un territorio que aportara seguridad jurídica a los bancos; por otra, los clientes habían empezado a retirar depósitos. Y esto último, en el caso de entidades financieras, hace saltar las alarmas.
Solo entre octubre y diciembre de 2017, los clientes retiraron más de 35.000 millones de euros en depósitos bancarios de Cataluña. Un porcentaje relevante dentro del ecosistema financiero de la región. Esta fue una de las principales razones, para evitar un problema mayor y de confianza, que el sector financiero se mudó a otras comunidades.
Asimismo, a todo ello ayudó que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobara un decreto para facilitar el traslado de sedes desde Cataluña a otras comunidades. Una norma que hiciera más sencillo y ágil el movimiento tras el 1-O, como reclamaban las empresas.