La patronal se suma a las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos sobre pensiones y mercado laboral
Los tres interlocutores reinician esta tarde una nueva ronda de conversaciones «secretas» tras el fracaso del fin de semana pasado
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, y los secretarios generales de CC.OO.y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, vuelven a retomar esta tarde las negociaciones sobre la reforma de las pensiones y del mercado laboral tras el fracaso de ... las reuniones del pasado fin de semana. En esta ocasión, se suma a las mismas por primera vez el recién elegido presidente de CEOE, Joan Rosell.
Como sucedió el pasado fin de semana, la reunión es «secreta» y sólo informarán de ella en el caso de que haya algún acuerdo, según todas las fuentes consultadas. Este secretismo impulsado desde el Gobierno y los sindicatos respondería al «intercambio de cromos» que está ofreciendo el Ejecutivo a CC.OO. y UGT para conseguir su apoyo a la propuesta de retrasar la edad legal de jubilación desde los 65 años actuales a los 67. Prueba de ello es que Trabajo ha propuesto endurecer los despidos objetivos con 20 días de indemnización, tal y como exigen los sindicatos. Así, un empresario no podrá alegar «pérdidas coyunturales» para despedir con 20 días.
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido uno de los pocos ciudadanos que no entiende que esta propuesta de Trabajo sea un gesto hacia los sindicatos para sacar adelante la reforma de las pensiones. Rubalcaba aseguró hoy, tras el Consejo de Ministros, que la concreción que propone ahora el Ejecutivo sobre los despidos colectivos por causas económicas «no supone cambiar el espíritu de la reforma laboral».
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha manifestado que la modificación de las causas del despido objetivo propuesta por el Gobierno central para impedir que empresas con pérdidas coyunturales puedan realizar despidos con 20 días de indemnización por año trabajado, deja la reforma laboral «en papel mojado».
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