Sandbox: La innovación financiera ya tiene su laboratorio en España
Varias compañías, de la mano de grandes bancos y aseguradoras, lanzan sus primeros proyectos a este entorno de pruebas para ideas disruptivas basadas en nuevas tecnologías
Fue una idea que se inició bajo el Gobierno de Mariano Rajoy. Con la tormenta política de la moción de censura quedó paralizado y, finalmente, años después, el «sandbox regulatorio» ha visto la luz. Pero... ¿en qué consiste? La traducción literal sería «caja de arena», ... pero su sentido es mucho menos metafórico: se trata de un entorno de pruebas regulado bajo el que las empresas del sector financiero pueden probar ideas disruptivas basadas en nuevas tecnologías. Ideas que por su innovación no tienen específicamente cabida en el ordenamiento jurídico y que necesitan ser testadas y autorizadas antes de poder sacarlas al mercado con todas las garantías.
Hace pocos días se abrió la primera convocatoria para que las compañías puedan presentar sus proyectos innovadores. El plazo de la misma finalizará el próximo 23 de febrero y las propuestas han de presentarse a la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional.
Las solicitudes han de realizarse en sede electrónica y deben acompañarse de una memoria justificativa. Sin embargo, el «sandbox» no está abierto a todo tipo de ideas, sino que requieren estar «suficientemente avanzadas para probarse», como marca la legislación que lo regula. Y no solo entrará en juego la citada Secretaría General del Tesoro sino también supervisores como el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), entre otros. Los supervisores, así, emitirán un informe motivado de cada solicitud que tenga que ver con cada uno de sus campos de actuación. Y una vez aprobado el proyecto «se suscribirá un protocolo de pruebas entre el promotor y la autoridad o autoridades supervisoras». Esto son las reglas bajo las que habrá de articularse el proyecto, como pueden ser el número de usuarios y operaciones que estarán permitidas, las fases de proyecto o sus objetivos.
Una vez finalizado el proyecto, la empresa que lo presentó deberá emitir una memoria con los resultados y, en su caso, solicitar autorización para poder dar comienzo a la actividad fuera del «sandbox» o pedir que se amplíe la autorización de la que dispusiera hasta la fecha.
Se trata de una oportunidad para cientos de emprendedores, aunque no estarán solos en sus proyectos. Lo habitual es que las startup entren en este entorno de pruebas de la mano de una entidad financiera, ya sea un banco o una aseguradora. En este sentido, por ejemplo, Bankia ya ha presentado su primer proyecto junto a Finweg, y en su caso prevén entrar con más ideas en el «sandbox». Fuentes financieras apuntan a que otros bancos como Santander o BBVA también participarán en esta convocatoria. Un entorno de pruebas que desde la patronal «fintech» AEFI auguran que creará 5.000 puestos de trabajo y dejará 1.000 millones en inversión.
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El proceso dura apenas cuatro minutos, con doble comprobación incluida. El usuario captura un documento de identidad y se realiza una foto de su cara para comparar que las personas concuerdan. Y como el DNI, en este caso, tiene tecnología NFC, podemos realizar también más comprobaciones.
Para todo ello, buscarán la ayuda del Sepblac para que les audite la tecnología y poder utilizarlo como una forma válida para identificación y registro remotos.