Salgado avisa en Davos de que ella no es Obama
Defiende así la autonomía de las acciones del Gobierno español. El estado de la deuda publica española centra el debate, con duras criticas como la de Nouriel Roubini
En el Foro Económico Mundial se han reiterado las voces de preocupación sobre el estado del déficit y la recesión en España, y el lastre que puede suponer a medio plazo para la moneda común europea.
Pero la vicepresidenta y ministra de Economía y Hacienda, ... recién llegada a Davos, ha minimizado el problema y presumido de la deuda pública total española, asegurando que se encuentra en un 52% del PIB, «20 puntos por debajo de la media europea».
El economista Nouriel Roubini destacó su pesimismo sobre el euro singularizando lo que llamó «la amenaza» de las cuentas y la economía española para el mantenimiento de una política monetaria común. El profesor de la New York University coincide con las dudas expresadas en el seno de la Comisión Europea sobre el lastre que suponen la recesión y el gasto en Grecia, España e Irlanda y que el Spiegel recoge esta semana.
Pero la ministra Elena Salgado mantuvo el tipo ante un grupo de periodistas, defendiendo la propuesta económica de su gobierno, que iba a presentar a puerta cerrada y llevará a Bruselas, y llegó a mencionar cierta animadversión clásica de alguna prensa económica inglesa.
Salgado se distancia de la positiva acogida brindada por el presidente Zapatero a Obama; otros líderes europeos como el presidente del Banco Central Jean Claude Trichet se han manifestado también positivamente a la propuesta de Washington sobre una reducción del volúmen de los bancos: “El tamaño no es lo importante”, reiteró la ministra, añadiendo que el negocio de la banca española sería de naturaleza más comercial y menos especuladora.
La ministra fue rápida en secundar las palabras del presidente del Banco de Santander, que reaccionó igualmente a la propuesta de Obama, en defensa de la mayor entidad española y una de las mayores del mundo. A la mejor reacción recabada en cambio en otras capitales europeos sobre poner coto a los excesos y laminar los grande bancos, Salgado puntualizó que «a la línea sí, pero luego ya veremos…».
«Para estar de acuerdo con Obama hay que ser Obama» , agregó Salgado, aduciendo que «claro que allí los bancos tienen que pagar, pero los nuestros han necesitado muy poca ayuda y además nos estan pagando un interés». Insistió en una aproximación más conservadora, «nosotros estamos por la supervisión, por aprender de lo que ha salido mal y mejorarlo», no sin asegurar que «nosotros –en referencia a la banca española- no tenemos esos problemas».
La vicepresidenta había expresado antes de llegar su confianza en que las reformas previstas por el gobierno tengan un efecto más favorable sobre la economía española, que los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y quiso recordar que los de la OCDE en junio también habían sido más pesimistas que el resultado. Ante las expectativas de caída del PIB para este año y ligero crecimiento el siguiente, Salgado manifestó: «Nosotros somos un poco más optimistas, moderadamente optimistas».
El FMI ha pronosticado que la economía española se contraerá este año un 0,6% y crecerá un 0,9% en 2011, frente a las previsiones del Gobierno, que reducen la caída al 0,3% en 2010 y elevan el incremento de la actividad económica para el año próximo al 1,8%.
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