El récord de la cotización del oro cuestiona la venta realizada por el Gobierno en 2007

La precipitación en la venta de oro, «valor refugio» tradicional en las épocas de crisis económica, quedó plasmada el pasado viernes cuando su cotización alcanzó al cierre del mercado los 999,50 dólares la onza, lo que supone un récord histórico.

Entre los meses de marzo y abril del pasado año el Banco de España se desprendió de 3,5 millones de onzas del preciado metal, reduciendo así sus reservas de 13,4 a 9,9 millones de onzas, el equivalente al 20% del total. El precio de la operación de venta no fue dado a conocer, aunque a los precios en los que cotizaba entonces la onza de oro, el banco emisor debió ingresar cerca de 2.900 millones de dólares.

Segunda venta

Posteriormente, en el mes de julio, cuando el estallido de la crisis estaba a punto de producirse y las Bolsas internacionales comenzaban a reflejar la situación de inestabilidad, el Banco de España volvió a desprenderse de 800.000 onzas más, recortando de nuevo sus reservas de 9,9 a 9,1 millones.

En términos económicos, la venta de los 4,3 millones de onzas de oro que el Banco de España llevó a cabo entre los meses de marzo y julio del año pasado han supuesto casi 600 millones de euros (100.000 millones de las antiguas pesetas) menos que si se hubieran vendido el pasado viernes.

Así, por las ventas realizadas el pasado año y considerando precios medios de mercado en aquellos momentos, el Banco de España ingresó unos 2.902 millones de dólares, que con el cambio que el dólar tenía frente al euro en esos momentos se tradujeron en unos 2.177 millones de euros. De haberse vendido los 4,3 millones de onzas al precio de cierre del pasado viernes (999 dólares), el resultado de la misma operación hubiera sido un ingreso de 4.295,7 millones de dólares, que traducidos a euros con el cambio oficial también del pasado viernes hubieran supuesto poco más 2.742 millones de euros.

Mayor revalorización

Los números demuestran que el oro se ha revalorizado en mayor proporción que en la que se ha debilitado el dólar y aunque una parte de su subida se debe precisamente a la debilidad de la moneda estadounidense, es más el valor que el mercado otorga a su condición de «valor refugio» al que algunos expertos ven con mayor potencial de subida para los próximos meses.

La venta fue muy cuestionada entonces por el Partido Popular (PP), que a través de Javier Sánchez-Simón interpeló en el Senado al vicepresidente segundo y ministro de Economía en funciones, Pedro Solbes, para que aclarase esta operación. Entre otras razones porque España, Portugal y Grecia habían sido los únicos países que habían vendido oro, mientras que Alemania, Francia e Italia mantenían estables sus reservas. Solbes aseguró entonces que el oro ya no era una inversión rentable y que España no presentaba las mismas necesidades de divisas que en el pasado dada la fortaleza del euro. «Las reservas del Banco de España deben tener como objetivo fundamental el maximizar su rentabilidad», aseveró un eufórico Solbes, quien añadió que tampoco hay las mismas necesidades de reserva que en el pasado, entre otras razones, por la fortaleza del euro, que juega un papel de reserva fundamental en los intercambios internacionales y es la segunda moneda del mundo. Una parte de lo ingresado fue reinvertido en bonos de renta fija.

El ministro también recordó que la venta se hizo en coordinación con los demás bancos centrales europeos, en virtud del acuerdo suscrito en 1999 y renovado en 2004 que, recordó, fue firmado porque los poseedores de oro, metal que en el pasado jugó papel fundamental, querían vender sus reservas de forma masiva y se acordó hacerlo de forma ordenada.