Rajoy rechaza mover ficha hasta que el BCE desvele su plan de la deuda
El Gobierno ultima los detalles del «banco malo» que aprobará el viernes y prepara las próximas reuniones de Rajoy con Van Rompuy y Merkel
Rajoy rechaza mover ficha hasta que el BCE desvele su plan de la deuda
El Gobierno de Mariano Rajoy se niega a mover ficha y a especular sobre la hipotética petición de ayuda financiera a Europa hasta que el Banco Central Europeo (BCE) mueva ficha, lo que está previsto para la primera semana de septiembre , coincidiendo con ... la reunión mensual del consejo de gobernadores.
El presidente del Gobierno español, que este lunes retomó su trabajo de despacho tras la pausa estival, ha empezado a ultimar con su equipo económico la implementación del Memorandum de Entendimiento (MOU en sus siglas en inglés) que aprobará el Ejecutivo en el Consejo de Ministros de este próximo viernes, en lo relativo al conocido popularmente como «banco malo» y a los cambios regulatorios en las acciones preferentes.
En relación con la esperada acción del Banco Central Europeo, el ministro de Economía y Competitiviad, Luis de Guindos, pidió el pasado fin de semana al banco emisor una «acción contundente y sin cantidad prefijada», de modo que se rebajen los diferenciales de deuda de los bonos españoles e italianos respecto al alemán que sirve de referencia.
Reuniones clave
Al margen de la nueva y esperada regulación para el sector financiero, imprescindible para que España pueda acceder finalmente a la línea de crédito solicitada en el mes de julio a la Unión Europea de hasta 100.000 millones de euro, el presidente prepara estos días las próximas reuniones que mantendrá con líderes europeos, siempre con la crisis de la deuda como telón de fondo, ya que pone en jaque la recuperación económica del conjunto del país.
Dentro de la ofensiva diplomática en defensa de la sostenibilidad de la deuda española, Mariano Rajoy podría entrevistarse durante la próxima semana con el presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy , coincidiendo con una estancia privada del político europeo en nuestro país.
Se prevé que Mariano Rajoy le explique personalmente a Van Rompuy la tesis de la carta que le envió a él y al presidente de la Comisión Europea a comienzos de este mes. En la misiva les pedía que aceleraran los trámites para la aprobación de la unión bancaria europea en la reunión del Consejo de la Unión Europea de diciembre y antes de eso, ya en el mes de octubre, se empiece a discutir en Bruselas, y a 27, la posibilidad de la recapitalización directa de los bancos así como la intervención en los mercados secundarios de deuda pública de los fondos europeos de rescate para aliviar las tensiones.
Tras la entrevista con Hermann Van Rompuy, el presidente del Gobierno español tiene otra cita importante el 6 de septiembre ya que ese día recibirá la visita de la canciller alemana, Angela Merkel . La máxima mandataria germana estará acompañada en su desplazamiento a España por un grupo de empresarios de su país.
El mensaje que transmitirá el presidente del Gobierno a ambos líderes personalmente, al margen de otras eventuales conversaciones telefónicas, irá en la línea de lo anunciado a principios de este mes, en el sentido de que si el Ejecutivo llega a la conclusión de que lo más razonable para España es pedir más ayuda a Europa «se hará», pero siempre después de que el Banco Central Europeo mueva ficha y desvele su plan de ayuda a la deuda de los dos países más acosados por los mercados internacionales, España e Italia.
El presidente del regjulador europeo, el italiano Mario Draghi, ha condicionado una intervención en el mercado secundario de deuda a que se presenten solicitudes formales de ayuda, lo que podría llevar aparejado más ajustes y reformas.
El ministro Luis de Guindos ya ha asegurado en relación con esta posibilidad que «las condiciones ya están muy definidas en el plan presupuestario de 2013 y 2014 enviado a Bruselas y, desde el punto de vista genérico ya están aceptadas como suficientes y adecuadas».
La cuestión es que los inversores parecen dar por hecho que nuestro país pedirá esa ayuda suplementaria, en este caso no para el sisteman financiero sino para ayudar a hacer frente a los vencimientos de la deuda preistos para los próximos meses, de lo que da testimonio la fuerte bajada de la prima de riesgo en las últimas semanas.
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