La compraventa de viviendas registró en junio su mayor caída desde la crisis

La vivienda usada, protagonista del crecimiento que ha vivido el sector en los últimos años, registró una caída del 9,2% en junio, hasta situarse en 33.756 transacciones. Por su parte, la compraventa de viviendas nuevas cedió un 7,8%, hasta las 7.205 operaciones . Además, la compra de vivienda protegida se desplomó un 13,6%, cerrándose apenas 3.725 operaciones en este segmento durante el sexto mes del año. Como consecuencia, la vivienda protegida redujo su peso en las operaciones de compraventa hasta situarse por debajo del 10% del total.

Los tradicionales motores del mercado cayeron. Algunos, con fuerza. Fue el caso de Canarias (-22,5%), Baleares (-17,4%), Madrid (-10,2%) y Cataluña (-9,8%), que registraron fuertes descensos interanuales y dejaron patente que, tal y como han señalado distintos expertos del sector en los últimos meses, la compraventa de viviendas ha tocado techo en determinadas ciudades. Por contra, durante el mes de junio mercados en teoría secundarios, como Castilla-La Mancha (+9,2%), Murcia (+7,2%) y Galicia (+4,5%) crecieron con fuerza. Además, el mayor número de compraventas de viviendas por cada 100.000 habitantes se produjo en la Comunidad Valenciana (159), Murcia (128) y Andalucía (123).

A las cifras publicadas ayer por el INE hay que sumar las que difundió el martes el Consejo General del Notariado, que, basándose en otras fuentes estadísticas, apuntan a una caída del 20% en las compraventas de vivienda durante el mes de junio. Estos datos ponen de manifiesto el impacto que está teniendo en el mercado la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, que también provocó que la firma de estos préstamos cayera un 15% durante el sexto mes del año.

Y es que la nueva legislación incluye una serie de cambios -como la obligación de que los bancos entreguen toda la documentación a los clientes y los notarios en un plazo de diez días antes de la firma de la hipoteca- a los que todavía se está adaptando el sector financiero. Algunas entidades han advertido que todas estas modificaciones, además de retrasar la firma de créditos, provocarán un encarecimiento de las hipotecas durante los próximos meses.

«La aplicación de la nueva ley hipotecaria ha retrasado operaciones de compraventa que estaban en marcha por complejidades en la constitución de las hipotecas. Pero todo apunta a que este efecto será puntual y que el sector continuará avanzando en su dinámica», señaló ayer la directora de estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio, que también puso de manifiesto «la tendencia a la normalización que está viviendo el mercado».

Además de la reforma hipotecaria, hay que sumar otros factores que están lastrando el mercado residencial. Desde Idealista hacen referencia al parón político que vive España, que el martes cumplió cien días. «Muchos inversores han decidido quedarse en compás de espera mientras se aclara el panorama político porque la incertidumbre del último año no ha sido el escenario más propicio para el mercado inmobiliario y los resultados electorales de abril y que desde entonces no haya gobierno ha provocado la pérdida de todo lo ganado desde enero», explicó ayer el cofundador y jefe de estudios de la plataforma inmobiliaria, Fernando Encinar.

Y es que, como consecuencia de las cifras registradas en junio, las compraventas cerraron el primer semestre con una caída interanual. Es cierto que las cifras fueron prácticamente idénticas (entre enero y junio se cerraron 263.557 operaciones, 12 menos que en el mismo periodo de 2018) pero la realidad es que se trata del primer semestre en el que este indicador cae desde 2014, cuando descendió un 5,4%. Son cifras que contrastan con la realidad que ha vivido el ladrillo en los últimos años. Sin ir más lejos, el año pasado la compraventa superó las 500.000 transacciones y creció más de un 10%. Ahora, sin embargo, la vivienda está rodeada de dudas. Al igual que la mayoría de sectores.