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Merkel: «La solidaridad europea es una inversión sostenible»

La canciller alemana advierte que «los más vulnerables» son los que sufrirán de no lograrse un acuerdo pronto, y recordó que la UE se halla ante un reto «sin precedentes»

La canciller alemana, Angela Merkel REUTERS
Rosalía Sánchez

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El objetivo de la comparecencia de Merkel ante el Parlamento Europeo era presentar su programa para la presidencia por turno de la Unión , de la que Alemania ha tomado el testigo a principios de mes, pero las circunstancias la han convertido en una arenga a favor de una rápida aprobación del Fondo Europeo de Reconstrucción y en una llamada a los países europeos a entenderse, en aras de la continuidad del proyecto. «La Unión Europea enfrenta el reto más inmenso de su historia» , repitió la canciller alemana ante los eurodiputados la premisa sobre la que basa su cambio de posición respecto a las líneas rojas que ha mantenido a lo largo de las tres pasadas legislaturas. La cohesión entre los países de la UE para superar la crisis económica causada por el coronavirus «no es un gesto humanitario, sino una inversión sostenible» , dijo, un mensaje con destino a los gobiernos denominados «frugales», a los que advirtió, sin citarlos, que «todo el mundo debe ser ahora capaz de ponerse en lugar del otro».

«La UE saldrá de la crisis si hay voluntad de superar nuestras diferencias y buscar soluciones comunes», llamó a la unidad. «Saldremos más fuertes si reforzamos la cohesión y la solidaridad. Nadie saldrá de ésta solo, somos todos vulnerables y dependemos los unos de los otros» , diagnosticó la canciller alemana, que ha consensuado esta postura con el gobierno de Francia y que goza también del apoyo del Bundestag y de la gran coalición con la que gobierna en Berlín. «La solidaridad no es solamente un imperativo político, merece la pena y nos traerá beneficios» , trató de seducir a gobiernos reticentes al as transferencias a fondo perdido como Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia.

Merkel insistió también en la necesidad de celeridad en las decisiones para que estas sean realmente efectivas, de cara a la próxima cumbre de líderes europeos que tendrá lugar los días 17 y 18 de julio. Entre los asuntos pendientes están el próximo marco presupuestario, hasta 2027, y el fondo de 750.000 millones de Euros que propone la Comisión Europea, cuyo reparto y condiciones no gozan todavía de consenso suficiente ente los 27. «Sera necesario ceder, serán necesarios compromisos”, auguró la canciller alemana, que subrayó que “queremos alcanzar un acuerdo rápidamente», lo que significa en lenguaje de Berlín, antes de la pausa estival.

Con vistas a allanar ese acuerdo, la canciller mantuvo después de su visita al Europarlamento varias reuniones con los presidentes de las principales instituciones europeas: Ursula von der Leyen, Charles Michel y David Sassoli. Era el primer viaje al extranjero de Merkel desde el inicio de la pandemia y en su política interna este viaje es un mensaje de europeismo, en momentos en los que el partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD) parece haber tocado techo como fenómeno socio-político y en el que incluso el presidente del bundesbank, el más duro de los halcones del BCE, apoya las políticas de estímulo sin precedentes que se están aplicando, tanto en Alemania como en Europa.

El contenido de ese mensaje es que una UE de libertades es la vía natural de seguridad y prosperidad para Alemania. «Hemos tenido que romper las cadenas de transmisión del virus , hemos tenido que restringir derechos fundamentales para ello, ha sido un duro precio a pagar, pero no podemos permitir que la pandemia se use para erosionar los principios democráticos ni los principios europeos», dio testimonio Merkel ante los europarlamentarios, «yo viví durante 35 años en una sociedad que no era libre, por lo que se muy bien que restringir los derechos durante la pandemia fue una decisión difícil , pero de nada habrá servido si ahora dejamos que nuestras economías se hundan»”.

Merkel recordó, además, a los más de 100.000 fallecidos en Europa y tuvo emotivas palabras para los ancianos y las personas que han vivido esta crisis en soledad, o que no pudieron despedirse de seres queridos. «Es necesario tenerlos en mente cuando hablemos de recuperación económica. Necesitamos poder llorar a nuestros muertos , reconocer el dolor de las despedidas que no han sido posibles y llamar a las cosas por su nombre. Esto seguirá entre nosotros por un tiempo de duelo», constató.

Respecto al programa de su presidencia por turno, Merkel mencionó el objetivo de neutralidad climática para 2050 , que desearía que la UE reconozca como legalmente vinculante, al igual que lo ha hecho ya Dinamarca en su legislación nacional. También avanzó que buscará avances en la legislación migratoria europea , que lleva años bloqueada, por tratarse de una cuestión «de sensibilidad, un asunto en el que no se puede mirar hacia otro lado». Y terminó con un canto a la UE en el que desplegó un lenguaje desacostumbradamente afectivo. «Cada vez que escucho música descubro algo nuevo que me emociona. Lo mismo me ocurre con Europa», dijo, «la descubrimos cada día y cada día quedo impresionada».

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