Más sombras que luces al cumplirse un año de la nueva tarifa de electricidad

La tarifa regulada o pvpc que tenían unos 11 millones de clientes oscilaba el 31 de mayo de 2021, un día antes de que entrara en vigor el nuevo mecanismo, entre los 0,147 euros el kilovatio hora (kWh) y los 0,165 euros. El viernes pasado varió entre los 0,202 euros y los 0,341 euros. Es decir, incrementos de un 37,41% y de un 106,6%, respectivamente. Y el precio medio de la electricidad en mayo del año pasado fue de 67,12 euros el megavatio hora (MWh), frente la los 212,63 de este mes (hasta hoy), un 217% más.

Y eso que hace dos meses alcanzó un r écord histórico, con un precio medio de 545 euros el MWh y un máximo de 700 euros . Ese día 8 de marzo pasado, la tarifa regulada varió entre los 0,5616 euros el kWh y los 0,9540 euros.

Mientras, los consumidores siguen esperando el anunciado límite al precio del gas para generación eléctrica que haría bajar los precios un 15%, según el Gobierno .

Cabe recordar que en plena subida de los precios, Mariano Bacigalupo, consejero de la CNMC y marido de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera , llegó a calificar como «inaudito, insólito y sin parangón en Europa» que «los telediarios abran a diario con los precios del mercado eléctrico». Y añadió que «los españoles miran con indignación las noticias independientemente de la tarifa que pagan, la mayoría no tiene ni idea si es pvpc o mercado libre, ni saben lo que han pagado este mes».

Además, los periodos horarios anunciados por la CNMC dejaron de cumplirse a los pocos días. Lo mismo sucedió en los fines de semana, para los que se había dicho que siempre tendrían tarifas valle, lo que nunca se cumplió.

Y eso que el incremento de los precios de la electricidad jugó a favor de las nuevas franjas horarias, ya que un gran número de consumidores buscaban las horas más baratas para poner las lavadoras, las secadoras y planchar.

En paralelo, las compañías eléctricas tuvieron que realizar importantes ajustes en sus sistemas informáticos para adaptarlos a las nuevas facturas, de las cuales se emiten casi 30 millones todos los meses. Las empresas se vieron superadas y se registraron miles de errores en las facturas , así como retrasos en el envío de las mismas incluso seis meses después de que arrancara el nuevo sistema. «Se han reducido las reclamaciones, pero aun así se mantiene este tema bajo supervisión», explican en la CNMC a este periódico.

Facturas que sufrieron importantes cambios en el último trimestre del año pasado en aras de una mejor comprensión por parte de los consumidores, objetivo que ha tenido el efecto contrario. El consejero delegado ejecutivo de Endesa, José Bogas, reconocía en una entrevista a ABC que «el recibo de la luz, el Triángulo de las Bermudas y los atascos en la M-30 son temas insondables».

La entrada en vigor en septiembre del real decreto de medidas urgentes para mitigar el impacto de la escalada de precios del gas natural en los mercados minoristas de gas y electricidad contenía diversas medidas, como la minoración de los ingresos de las centrales nucleares, hidráulicas y algunas renovables, la rebaja temporal del impuesto especial sobre la electricidad del 5,11 al 0,5% y la reducción -hasta final de año- en un 90% de los cargos del sistema eléctrico. Estos son costes regulados que incluyen la financiación de las renovables, el sobrecoste de producción de energía en los territorios no peninsulares y las anualidades del déficit de tarifa. Suponen el 33% del importe total de la factura de la luz.

Pues bien, esa rebaja de los cargos provocó un ‘baile’ de los tramos horarios establecidos el 1 de junio de 2021. Un cambio muy importante para los ciudadanos, muchos de los cuales tenían pegados en sus cocinas el tríptico que difundió la CNMC que especificaba las horas con los precios de la luz más baratos y más caros. Esos cambios no fueron advertidos ni por ese organismo que preside Cani Fernández ni por el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera .

Desde la CNMC afirman que, de momento, no se barajan cambios en los periodos horarios y subrayan que, «independientemente de que el consumidor consiga mayores o menores ahorros en su factura ajustando sus hábitos a estas señales, es importante que el consumidor se conciencie de su papel central en la transición energética y de la importancia de que su consumo sea eficiente con el fin de que se evite la necesidad de nuevas inversiones en redes. Con ese fin se diseñaron los periodos horarios de los peajes y es por ello que de momento no se barajan cambios».

En cuanto a las nuevas facturas, cuyo modelo fue diseñado por el Ministerio, aparecen un total de 16 conceptos, frente a los cuatro que había en las anteriores. Pero lo más llamativo es que ahora no aparece en ningún lugar de las dos páginas de la nueva factura el precio del kilovatio hora que paga el cliente. Tan solo aparece el concepto ‘coste de la energía’ y una cifra en euros. No se puede saber qué precios ha aplicado la comercializadora de electricidad para llegar a esa cifra total. Es decir, un auténtico acto de fe del cliente con su compañía.

Y eso que en el anverso de la factura aparecen los kWh facturados en cada uno de esos periodos. Esto supone que la factura de la luz es la única de cualquier artículo de consumo en la que no aparece el precio del producto.