Italia liquida el gasto sin freno y mete la tijera
Los mercados están mirando al país transalpino y el gobierno de Berlusconi quiere huir cuanto antes de la quema
«La quiebra de Grecia podría contagiar a Portugal e Irlanda, pero, por su alto nivel de deuda, también a Bélgica y a Italia antes que a España» , declaró Jean-Claude Juncker, el presidente luxemburgués del Eurogrupo al diario alemán «Süddeutsche Zeitung». Posteriormente Juncker ... corrigió parcialmente tal afirmación, sosteniendo que había sido un malentendido. Pero en la memoria suelen quedar las primeras declaraciones, no las rectificaciones.
La afirmación de Juncker se sumó a una serie de advertencias que han causado creciente inquietud en Italia. La primera alarma la lanzó hace un mes Standard & Poor's sobre la deuda pública italiana que ha superado ya el 120% del PIB.
Es la cuarta del mundo, con el agravante de que Italia no es la cuarta potencia mundial. La agencia S&P puso en revisión, de estable a negativa, la perspectiva de la deuda, citando las débiles previsiones de crecimiento y «el incierto empeño político» para llevar adelante las reformas.
Tras los avisos al Estado italiano, hace pocos días la alarma se encendía para la banca
Hace un par de semanas era la agencia de calificación crediticia Moody´s la que ponía bajo revisión la deuda soberana de Italia. Mantiene el índice de solvencia en Aa2, pero alerta sobre los desafíos macroeconómicos y estructurales a los que se enfrenta la economía del país trasalpino (rigidez del mercado laboral y baja productividad) ante una posible subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, que previsiblemente se realizará en julio. Además, Moody´s menciona las dudas sobre los planes de consolidación fiscal puestos en marcha por el Gobierno italiano para reducir la deuda pública. Tras los avisos al Estado italiano, hace pocos días la alarma se encendía para la banca, que había pasado sin grandes sobresaltos la crisis financiera. La agencia Moody´s ponía bajo lupa a 16 bancos ante una posible rebaja de valoración, entre ellos Intesa Sanpaolo, Mps, Banco Popolare y Bnl. Al mismo tiempo, modificaba de estable a negativa las perspectivas del rating de otras 13 entidades.
Campo para la especulación Durante el mes de junio no pasaba un día sin que una de las agencias de rating internacionales no emitiera un juicio sobre Italia. Además del Estado y la banca, en el punto de mira han estado empresas muy importantes como Eni, Enel, Finmeccanica, Terna, Poste y Cdp, porque tienen participación estatal.
El problema para Italia es la debilidad de su panorama político, con un Gobierno frágil y una oposición dividida. A pesar de todo, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, se muestra esperanzado y en declaraciones al «Financial Times», que en esta misma semana escribía que «el mayor riesgo a la estabilidad financiera de Italia es el estado precario de su sector financiero», ha querido tranquilizar a los mercados: «Nuestro país —ha manifestado Tremonti— ha liquidado la estación del gasto sin freno y no habrá protestas sociales como en Atenas, porque los italianos comprenden y están fuertemente a favor de la disciplina».
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