Isaías Táboas: «Renfe no ha contemplado ningún recorte salarial»

–Renfe perdió 183 millones de euros hasta mayo. ¿Qué previsión tiene para el conjunto del año?

–Cuando estalló la crisis hicimos un análisis y concluimos que Renfe acabaría el año con un 53% menos de demanda, que en 2021 se recuperaría el 75% y que sería a finales de 2022 cuando volveríamos a los niveles de 2019. Desgraciadamente, parece que acertamos. Ahora mismo estamos en torno al 30% de la demanda del año pasado.

–Algunas previsiones señalan que la empresa perdería entre 200 y 300 millones en 2020....

–Nuestro resultado va a estar condicionado por esta caída de la demanda, pero es muy difícil dar una cifra exacta ahora. Estos días la movilidad está reduciéndose por factores, que no existían hace unas pocas semanas, y a medida que van cambiando los datos de pasajeros cambian las previsiones. Además, está por ver cómo impactan, a partir de septiembre, fenómenos como la teleformación. El 25% de los pasajeros de Cercanías son estudiantes. Por todo ello, cualquier cifra que facilite ahora va a ser inexacta.

–Teniendo en cuenta esta debilidad de la demanda, ¿por qué ha tardado Renfe tanto en lanzar promociones?

–Cuantas más promociones haces más bajas la percepción media de ingreso por cliente y el tren puede llegar a ser deficitario. Ahora estamos ajustando toda la política comercial y la oferta de trenes disponibles a las oscilaciones de la demanda. Gestionamos una empresa pública y cuanto más dinero perdamos menos recursos habrá para otras necesidades, como políticas sociales.

–¿Cree que la crisis del coronavirus puede retrasar la puesta en marcha de nuevas líneas de AVE?

-La próxima línea que se pondrá en marcha es el AVE a Galicia y no tenemos constancia de que haya ninguna demora. De hecho, ahora se están formando ya maquinistas para llegar a tiempo. En el resto de nuevas puestas en servicio vamos siguiendo, más o menos, los plazos previstos antes de la crisis.

–¿Contempla la compañía una rebaja de sueldo para sus empleados?

–Nunca se ha contemplado una rebaja salarial, ni en Renfe ni en ninguna otra empresa pública. Lo que sí es cierto es que hemos fijado que parte de la retribución variable de directivos de la compañía esté ligada a los resultados de la empresa. Pero eso no tiene nada que ver con el sueldo de un maquinista, de un mecánico o de un taquillero. Es una medida para personal que está en puestos de dirección.

–La empresa adjudicó a finales de junio a CAF el primer contrato del macroprograma de la firma para renovar su flota. ¿Cuándo se producirán las siguientes adjudicaciones?

-Antes de finalizar el año adjudicaremos el siguiente lote, de Cercanías de gran capacidad. El resto quedarían para el primer cuatrimestre de 2021.

-También ha quedado pendiente el lanzamiento del AVE de bajo coste, el Avlo. ¿Cuándo echará a rodar?

-El mercado nos dirá cuando es el momento adecuado. Teníamos pensado sacarlo en abril para tenerlo en funcionamiento unos meses antes de que llegase la liberalización del mercado. Esta se producirá el 14 de diciembre, pero de facto se retrasará porque nuestros competidores ya han anunciado que llegarán más tarde. Eso nos da cierto margen para rodar y conocer un producto que es totalmente nuevo para nosotros. Si tenemos un 3% de viajes de familia en el AVE, en la venta anticipada del Avlo estábamos en el 15%.

-La francesa SNCF aterrizará en España con su AVE de bajo coste a principios del año que viene...

-El Avlo ya está listo, pero sacarlo a la venta antes de que se den las condiciones del mercado supone perder dinero. Es un tren que necesita tener una ocupación superior al 85% para no ser deficitario. Las fechas dependerán de la evolución de la demanda. No es un tema de voluntad, sino de oportunidad.

-La internacionalización era otro de los objetivos del plan estratégico de la compañía. ¿Cómo ha afectado la pandemia a este asunto?

-Seguimos avanzando. En el proyecto del AVE a Dallas nuestro cliente ya tiene casi todos los permisos y estamos en la redacción de los últimos párrafos del contrato para la fase de construcción y operación. Espero que en algunas semanas eso pueda estar firmado. En Arabia estamos pendientes de reparar la estación de Yeda. Estudiamos proyectos en países europeos en licitaciones de osp, sobre todo en Francia. Y además estamos trabajando en proyectos de Iberoamérica y África, sobre todo para dar soporte y realizar estudios técnicos previos a trabajos de Cercanías.

-¿Pueden afectar las informaciones sobre el AVE a la Meca a la puesta en marcha definitiva de la línea?

-Lo único que afecta al comienzo de la fase operacional del proyecto son las perspectivas del mercado de viajeros en Arabia Saudí y que la parte de construcción esté finalizada. Hay que dar una solución a la estación de Yeda, donde deberían subir el mayor número de viajeros y está inutilizada. Eso es lo que puede influir en la decisión sobre cuando comenzar la operación comercial. Lo demás no tiene nada que ver con el consorcio y con la discusión con el cliente. Renfe tiene un compromiso con el proyecto para dirigir las operaciones durante siete años con opción a cinco años más y nuestra vocación es operar el proyecto el mayor número posible de años.

-¿Espera una rebaja de los cánones por parte de Adif?

-No me consta que vaya a haber un descuento adicional del canon, aunque sería una buena noticia para Renfe.

-¿Cuándo estará operativa Renfe as a Service (Raas), la plataforma de movilidad de la firma?

-Queremos sacarla a licitación después del verano y que esté operativa a principios del 2021. Inicialmente estará presente en ciudades grandes, pero planeamos que llegue a las ciudades medianas y pequeñas, incluso en la España vaciada, para facilitar el acceso al ferrocarril a cualquiera. A medida que integremos proveedores de movilidad iremos dando más servicios. La intención es trabajar con todos: taxis, bici compartida, patinete, coche de alquiler, VTC, autobuses... incluso fabricantes de coches. Va a ser un producto desarrollable y escalable.