La nueva fiscalidad tendrá un impacto para Iberdrola de 580 millones al año

En el mismo encuentro celebrado en Londres, el presidente del grupo, Ignacio Galán, anunció que este año la compañía acumulará desinversiones por valor de 1.000 millones de euros, de los que ya se han cerrado ventas por 300 millones. Las desinversiones previstas para el periodo 2012-2014 son de 2.000 millones de euros.

Esos ingresos más los 3.000 millones que la compañía espera cobrar del Estado por el déficit de tarifa contribuirán a que reduzca su deuda (28.838 millones) en unos 6.000 millones durante ese trienio.

Hay que destacar también que Iberdrola reducirá considerablemente sus inversiones en ese periodo, que sumarán 10.500 millones de euros, un 30% menos que en el trienio 2009-2011. De esa cantidad, el 42% se destinará al Reino Unido y un 23% a Latinoamérica, fundamentalmente Brasil. Redes de transporte y distribución de energía eléctrica (59%) y renovables (25%) son las principales áreas que se beneficiarán del plan de inversiones.

Ignacio Galán repitió en varias ocasiones ante los analistas que los gobiernos de la Unión Europea «no deberían de hacer política con la energía, sino política energética». José Luis San Pedro aseguró que la compañía «sabe convivir con marcos regulatorios ex ante, como el vigente en Reino Unido, y ex post, como el de España». También dijo que la voluntad del Gobierno es que la nueva fiscalidad sea transitoria, pero que «será difícil suprimirla si no se reducen las primas a las energías renovables, fundamentalmente las que cobran las tecnologías menos eficientes, que son las que están generando el déficit de tarifa».