Máxima tensión en la visita de Merkel a una Atenas blindada por la Policía
Las manifestaciones y las protestas callejeras marcarán hoy el viaje de seis horas con el que la canciller alemana intenta respaldar las medidas de ajuste del Gobierno heleno
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No será un viaje oficial al uso. La canciller alemana llega hoy a Atenas y el recibimiento a pie de calle no se anuncia precisamente cálido. Más bien caldeado. La capital helena amanecerá blindada y su centro cerrado al tráfico y protegido ... por más de 6.000 policías, incluidos efectivos antiterroristas y francotiradores,para evitar percances en el recorrido de Angela Merkel , que tiene previsto entrevistarse con el primer ministro, Andonis Samaras, y con el presidente de la República, Karolos Papulias, para ofrecer su apoyo a la aprobación de las nuevas medidas de austeridad, que Bruselas exige a cambio de la concesión de un nuevo tramo de ayuda financiera.
Todas las precauciones parecen pocas atendiendo a los precedentes. Unas 8.000 personas se concentraban ayer en Atenas para protestar contra esta visita oficial de Angela Merkel, a quien muchos griegos vinculan con los recortes que los gobiernos griegos llevan tres años aplicando. Los sindicatos habían convocado la protesta antes de que la canciller anunciase por sorpresa su viaje, pero los asistentes han aprovechado la situación para cargar contra ella. « Angela, no eres bienvenida», rezaba la principal pancarta -una bandera alemana- extendida frente al Parlamento.
La visita de Merkel, de apenas seis horas, será la primera que realice a Grecia desde que la crisis de deuda estalló en 2009. Durante una conferencia interna de líderes cristianodemócratas, Merkel señaló ayer que tiene previsto abordar «las tareas que Grecia todavía tiene por delante» y hablar también de los logros que ya alcanzó. La canciller aseguró saber que Grecia «no esta pasando por momentos fáciles», pero puntualizó que lo importante es que la UE y la eurozona conserven su capacidad competitiva. «Mantendremos conversaciones con este espíritu», aseguró Merkel.
Pero el espíritu en las calles de Atenas no parece precisamente calmado. La Dirección General de Policía del Ática anunciaba ayer que hoy en el centro de Atenas quedaba «prohibido cualquier tipo de reunión pública», es decir, de más de cinco personas, entre las 09.00 y las 22.00 horas locales. Ante la polémica levantada por esa decisión, que los medios griegos calificarón de «sin precedentes», la Policía hubo de clarificar que las plazas de Syntagma y Omonia, donde han sido convocadas manifestaciones, no entran dentro del área prohibida aunque sí estará prohibido manifestarse en las cercanías de la embajada de Alemania.
Tensión en aumento
La tensión ha crecido en las calles griegas en las últimas semanas. Ya el 26 de septiembre tuvo lugar una huelga general contra las medidas de austeridad y el pasado jueves más de un centenar de obreros de los astilleros fueron detenidos cuando trataban de ocupar el Ministerio de Defensa.
Alexis Tsipras, el líder de la coalición de izquierda radical Syriza, la principal fuerza de la oposición, calentaba ayer aún más el ambiente asegurando que la visita de Merkel no es sino «una evidencia más de la sumisión del gobierno a los banqueros y al capital».
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