«Al final, todos los bancos tradicionales acabarán por convertirse en ‘fintech’»

Fundó la startup en 2005 con apenas 23 años. ¿Esperaba llegar tan lejos?

Cuando eres niño y juegas en un equipo de fútbol, no imaginas llegar un día a un club de los grandes, pero sueñas con ello. Obviamente al empezar era una idea loca llegar hasta donde estamos, aunque ese era el objetivo. Partimos de una idea, la de que tradicionalmente los bancos logran mucho dinero con los créditos. Depende del banco, pero normalmente tienen estrategias para llevarte a pedir más dinero del que necesitas y cobrar más intereses. Nosotros tratamos de crear un modelo gratuito para el consumidor donde las marcas pagan una tasa. El comerciante también gana porque aumentan sus ventas.

¿Cómo se fue expandiendo el negocio?

Comenzamos en Suecia, muy centrados en mercados donde se utiliza mucho la tarjeta de crédito. Fuimos creciendo en el norte de Europa, en países de habla alemana, en Países Bajos… Empezamos a crecer y pensé que debíamos ir más despacio. Los procedimientos internos empezaron a ser más complicados, más burocráticos. Por eso dedicamos un tiempo a pensar cómo cambiar nuestra cultura, nuestra forma de trabajar, nuestros sistemas tecnológicos… Cambiamos muchas cosas y en los últimos tres años hemos logrado beneficiarnos de dichos cambios. Internamente había que asumir riesgos, meditamos todo y ahora la pasión y la energía de las personas es mayor. Todo ha cambiado para bien y el resultado es que estamos en 20 mercados y creciendo. Volviendo a las similitudes con el fútbol, en la empresa tienes un equipo que debes entrenar, motivar...

¿Por qué la apuesta por España?

Es un mercado grande y una apuesta a largo plazo. Una de nuestras ambiciones es ser en la Unión Europa el primer banco que ofrece servicio en todos los países europeos, en la misma plataforma. Otro de los motivos por los que España nos resultaba muy atractivo es que tiene una historia de grandes compañías de moda. Somos privilegiados al trabajar con marcas como Zara, Mango, Desigual e incluso otras más pequeñas . Estamos en un mundo globalizado y podemos ayudar a estas compañías en otros mercados. Nos importa ayudar a los negocios locales a llegar a ser nacionales.

Han llegado al millón de usuarios en España. ¿Cuál es el siguiente objetivo?

El objetivo es que todos los españoles usen Klarna. ¿Cuándo? Eso es otra cuestión. Ojalá pronto. Ya trabajamos con 300 marcas en España. Es muy frecuente que sean marcas de moda, pero cubrimos todas las categorías.

Han elegido Madrid para abrir un ‘hub’. ¿Qué aporta la capital española?

La compañía está creciendo rápido y buscamos incorporar talento. Y aquí en España, y particularmente en Madrid, hay mucho. Además, creemos mucho en el mercado español . Trabajamos a nivel local, y ya estamos en varias ciudades españolas. Por otro lado, trabajamos con muchos ingenieros de todas partes del mundo y Madrid es un lugar maravilloso para vivir, resulta fácil convencerles para trabajar aquí. En el ‘hub’ ya están operativas 50 personas y se están incorporando 10 cada semana, por lo que esperamos llegar a los 500 trabajadores en poco tiempo.

¿Cuál es el papel de las ‘fintech’ en el mercado de la banca tradicional?

La banca tradicional pone el dinero a rendir para lograr el mayor beneficio en el menor tiempo posible arriesgando poco. Pero el sector se está transformando con la tecnología, que está siendo cada vez más importante. El desafío para los bancos está en cómo se transforma en una compañía de software suficientemente ágil. Creo que al final todos los bancos van a tener que ser ‘fintech’. Es un muy buen momento para que las ‘fintech’ sigan creciendo, tienen mucho potencial. Yal mismo tiempo es interesante ver que gracias a ellas el sistema bancario es más eficiente y reduce costes.

¿Qué consejo daría para quien quiera emprender?

Creo que si realmente sientes pasión por algo y trabajas muy duro por conseguirlo, lo consigues. En mi colegio hace unos años el 7% de los jóvenes querían emprender, ahora es el 70%, lo cual es maravilloso. Hay que tener en cuenta que este trabajo no es para todos pero si se trabaja duro se consigue. Los primeros siete años trabajé de media ocho horas al día los 365 días del año . Fue muy intenso, pero aprendí mucho.