Europa desoye a Londres y estrecha el cerco sobre los «hedge funds»
Merkel: «Portugal y España deben seguir ahora el camino emprendido por Grecia»
El Consejo de Ministros de Economía de la UE aprobó ayer la nueva Directiva que endurece el control de los fondos especulativos o de alto riesgo («hedge funds», en inglés) acusados de haber amplificado la crisis financiera de 2008.
Esta regulación, que aún debe pasar ... el visto bueno del Parlamento, últimamente más liberal en este terreno, exige a estos fondos (especulativos, de alto riesgo y de inversión) más transparencia y les niega la petición del Reino Unido de que, una vez que tuvieran autorización en un país europeo para operar (la mayoría están en terceros países tipo Islas Cayman), automáticamente puedan trabajar en cualquier país europeo, lo que se ha denominado en llamar «pasaporte». Estados Unidos ya ha calificado de proteccionista esta nueva normativa. La Comisión Europea apoya la tesis de Londres. Además tendrán que dar información sobre las operaciones que realizan, en la actualidad en su mayoría opacas, y deberán crear una especie de fondo de capital que asegure los riesgos, como hace la banca.
Londres ha defendido con uñas y dientes que no se reforzara el control de estos productos, ya que su famosa «City» alberga nada menos que el 80% del volumen de negocio de todos los fondos que se negocian en Europa. El sector mueve alrededor de dos billones de euros en todo el mundo. El nuevo ministro de Finanzas británico, George Osborne, mostró su disconformidad con el texto aprobado por mayoría en el Consejo y confió en que se suavice en su trámite en la Eurocámara.
Y mientras Europa se blinda contra con los «hedge funds», Merkel insiste en políticas de ajuste. La canciller invita a España, Portugal, Grecia y Francia a acelerar sus políticas de saneamiento y estabilidad presupuestaria, que Berlín considera «no negociables» y ha inscrito en su Constitución. En una entrevista con el vespertino «Le Monde», entre otros periódicos europeos, la canciller alemana da una severa «lección» de política económica aplicada, lanzando severas advertencias. «La pertenencia a la zona europea no puede favorecer el nacimiento de una Unión basada en transferencias financieras», afirma Merkel, dirigiéndose a la Europa del Sur, recordando, en escorzo, que Alemania no está dispuesta a seguir pidiendo dinero a sus contribuyentes para pagar las facturas de otros países. Continúa la canciller: «Era importante para nosotros que Grecia hiciese una parte del camino necesario para salir de la crisis. Otros Estados europeos, como Portugal y España, deben hacerlo ahora». Tras «leer la cartilla» a Madrid, Lisboa y Atenas, Merkel no duda en afirmar: «Francia también deberá hacer un esfuerzo».
Punto quizá importante. Merkel ni siquiera hace la más mínima alusión a un debate sensible para Francia y otros países de su área de influencia cultural (España) del «gobierno económico» de Europa.
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