Este Black Friday evita que te timen comprando online

El comercio electrónico se ha ido desarrollando con el paso de los años, pero en nuestro país alcanzó durante el confinamiento el equivalente a cinco años de crecimiento en diez semanas . Según un informe del Banco de España en 2018 se registraron más de un millón de fraudes con tarjetas emitidas en España y del total, el 64% de los fraudes estuvieron relacionados con operaciones remotas.

Algunas previsiones que se pueden tomar antes de realizar una compra online podrían ahorrarnos muchos dolores de cabeza y son bastantes sencillas. Comenzando por asegurarnos que la web es segura y no una posible estafa comprobando, en primer lugar, que posee una dirección física, una denominación social y el NIF del comercio; además que hay un servicio activo de atención al cliente al que se puede llamar a comprobar que exista. Con una búsqueda también podemos encontrar opiniones de los usuarios que han realizado compras, una forma muy eficaz de asegurarnos que la tienda no haya cometido fraude antes.

Es importante que la web en la que realicemos la compra tenga un dominio que inicia con «https» porque de esta forma nuestros datos son tratados a través de un cifrado de seguridad. Siempre que sea posible debemos utilizar una red de wifi segura, por lo que se debe evitar realizar compras conectados a redes públicas , ya que «son una manera propicia para ser víctimas de un robo de datos», asegura la compañía de servicios jurídicos Legálitas. Además, debemos tomar en cuenta la ubicación del dominio social de la tienda online, ya que si la web es extranjera la reclamación seguramente sea más lenta y complicada.

Desde el comparador de productos financieros HelpMyCash recomiendan que estemos informados sobre el tipo de seguridad que posee nuestra tarjeta y recuerdan que este año, «la seguridad de los pagos electrónicos se verá reforzada gracias a la implementación del sistema de doble autenticación de la directiva PSD2». Por lo que ahora será necesario « combinar dos de tres elementos de seguridad », como el pin o contraseña con un código de mensaje al móvil, la tarjeta o el DNI y además tu huella, el iris, o tu voz. Algunos bancos se han adelantado (la fecha límite para implementar la autenticación doble es en diciembre) por lo que muchos usuarios ya cuenta con este extra de seguridad para evitar que este Black Friday los estafen.

«La publicidad es vinculante», recuerdan desde la compañía jurídica. Por eso recomiendan siempre guardar «todos los comprobantes en los que se indique la oferta», sin importar el formato (folletos, mensajes de SMS, correos o imágenes que indiquen el descuento), de esta forma siempre se podrán consultar las «condiciones anunciadas».

Dentro de la web deben figurar todas condiciones de compra, los plazos de devolución y los gastos de envío, de forma «clara y comprensible» . Se deben también tener en cuenta las políticas de gasto de devolución, el consumidor solo debería soportar estos costes si previamente de la compra ha sido informado y ha aceptado los mismos.

Posteriormente de realizar todas las compras y al igual que se hizo con la publicidad, se deben guardar todos los comprobantes y justificativos de compra hasta que se expire la garantía. Cualquier formato es válido «desde el pantallazo con el resumen de la operación, el mail de confirmación recibido en su correo personal, justificante de pago, albarán y facturas».

Los consumidores siempre disponen de 14 días naturales desde que reciben la compra para poder devolverla si cambiaron de opinión sin tener ningún gasto o penalización «siempre que se devuelva el artículo sin menoscabo, aunque puede estar desembalado y por supuesto, sin tener que alegar ningún motivo», explican desde Lagálitas.

Se debe dejar constancia escrita inmediatamente después de cualquier incidencia que haya podido ocurrir o bien en la página web de la empresa (en la sección de atención al cliente y direcciones de correo electrónico habilitadas para realizar reclamaciones) o a través de correo físico dirigido al domicilio social de la empresa.

Si no se consiguen resultados de esta forma, desde la compañía de servicios jurídicos aconsejan dirigir una reclamación a los organismos de consumo . Si la compra se realizó en España se pueden dirigir a la Oficina Municipal de Información al Consumidor, Juntas Arbitrales de Consumo, Dirección General de Consumo de la Comunidad Autónoma. Si la empresa es extranjera, pero europea, se deberán dirigir al Centro Europeo de Información al Consumidor.

Si la sociedad no es española y no pertenece a ningún país miembro de la Unión Europea «la reclamación será más compleja, debiendo dirigirse a los organismos administrativos o a los tribunales del país donde esté ubicado ese negocio».