España y Francia piden una cumbre de la Eurozona para rescatar a Grecia

La petición, que se hizo en París, encontró rápidamente eco en Bruselas ya que el presidente permanente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, consideró buena la idea.

Esta cumbre, que de realizarse se haría el jueves por la mañana justo antes de la de Primavera de la Unión Europea, se encargaría de discutir las propuestas para aumentar la coordinación económica de los países del euro, y evitar así futuros desequilibrios, y las posibles soluciones para Grecia. El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, calificó ayer de buena idea la propuesta franco-española.

En cualquier caso, en relación con el país heleno, ayer todas las miradas de las capitales europeas se dirigían hacia Berlín, después de que su canciller, Angela Merkel, rechazara de manera rotunda hace unos días ayudar a Grecia e incluso fuera más allá al no descartar la salida de los miembros de la Eurozona que no cumplan con los requisitos para estar en el «club».

El asunto de fondo es que la opinión pública alemana, según las encuestas, está mayoritariamente en contra de que se utilice dinero público para ayudar a otro país que, desde su punto de vista, no ha actuado de una manera ortodoxa en materia presupuestaria.

Además, la tesis germana es que Grecia no está en riesgo de bancarrota, de lo que da prueba el hecho de que las autoridades de ese país no hayan pedido oficialmente dinero al resto de socios europeos.

Grecia cerró 2009 con un déficit público equivalente al 12,7% del PIB y necesita conseguir 55.000 millones de euros para refinanciar su deuda de aquí a finales de año, de los que 22.000 millones vencen entre los meses de abril y mayo.

La cuestión es que Atenas puede acceder a este dinero en los mercados pagando un tipo de interés ligeramente superior al 6%, muy por encima del tipo medio de los préstamos en la Eurozona.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que presiona también desde hace días a Angela Merkel sobre este asunto propuso el viernes que se prepare un sistema de préstamos bilaterales de los países del euro a Grecia a un tipo de interés más favorable que el de mercado, bajo estrictas condiciones de duración y coordinado desde la Comisión Europea.

En cuanto a la posibilidad de un posible recurso de Grecia al Fondo Monetario Internacional (FMI), como ha sugerido el Gobierno griego y ha recomendado la propia Merkel, desde el Banco Central Europeo, su nuevo vicepresidente, Víctor Constancio, rechazó ayer la idea por entender que «sería interpretado a nivel internacional como un síntoma de debilidad de nuestras instituciones».