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España se sumerge en la oportunidad de las arterias submarinas de internet

La saturación de estas infraestructuras en Reino Unido abre la puerta a nuestro país para posicionarse como centro de conexión global de la economía digital

Instalación del cable Grace Hopper de Google en Sopelana (Bilbao)
Laura Montero Carretero

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Son las arterias de internet. 1,3 millones de kilómetros de fibra óptica resguardados en las profundidades de los mares y océanos que posibilitan el acceso a cualquier servicio online en apenas unos milisegundos. Los cables submarinos se han convertido en un ... activo crítico para el desarrollo de la sociedad digital de nuestros días, resiliente incluso a reveses como los meses de confinamiento en los que la red estuvo sometida a un estrés sin precedentes . El trabajo en remoto, la telemedicina, los contenidos en ‘streaming’ o las aplicaciones de realidad virtual salen adelante gracias a la existencia de estos tubos que pueblan el lecho marino y conectan continentes. Hay un dato revelador que da buena cuenta de su magnitud: hoy el 99% de las telecomunicaciones mundiales transcurre por estas infraestructuras –solo un raquítico 1% depende de los satélites–, por lo que contar con puntos de anclaje en territorio nacional es una cuestión estratégica para cualquier país.

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