Por qué Draghi hizo lo que hizo

Las decisiones del BCE de bajar un cuarto los tipos y de no comprar deuda pueden ser positivas a medio plazo

Por qué Draghi hizo lo que hizo REUTERS

victor ruiz de almiron

Cuando el pasado jueves Mario Draghi salió a la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) seguro que no imaginaba la turbulencia que iba a desatar en el mercado, y que se alargó hasta el ... viernes. Tomando el ejemplo del mercado español, en esos dos días el Ibex 35 cayó un 6,09% y la prima de riesgo española ascendió 77 puntos básicos, hasta los 563 del cierre de ayer.

Una nueva barra libre de liquidez (LTRO por sus siglas en inglés) o una reactivación en el programa de compra de bonos de los países periféricos habría sentado muy bien a los inversores. Pero la determinación de Draghi de no volver a poner sobre la mesa medidas «no convencionales» parece no aceptar revisiones.

La decisión de la bajada de tipos estaba descontada por el mercado

El dirigente italiano no está convencido de que las inyecciones de liquidez a las entidades financieras deban repetirse , una vez que reconoció que no están consiguiendo la esperada reactivación del crédito. Por contra, respecto a la negativa de reactivar el programa de compra de deuda no parece articularse una razón tan contundente. Es cuando se le pregunta por esa decisión cuando Draghi se refugia en que el mandato del BCE y en su condición de garante de la estabilidad de los precios . No parece existir más motivo que la negativa de algunos países de la eurozona de consentir esas compras masivas de deuda mientras países como España o Italia no abunden en los ajustes y la consolidación fiscal.

Draghi no podía imaginar el impacto porque traía bajo el brazo dos importantes medidas que, muy probablemente, se resolverán como positivas en el medio plazo. La primera de ellas fue la supresión de la llamada «facilidad de depósitos». Hasta ahora el BCE retribuía a los bancos con un 0,25% por depositar su liquidez en las «cámaras» del Banco Central. El gobernador se mostró convencido que la inestabilidad del mercado ha llevado a los bancos a refugiarse en esta opción, y considera que retirando esa remuneración las entidades financieras opten por fin por hacer circular el dinero y destinen parte a los préstamos a particulares . Ese pensamiento es aventurado y quizás no se atisben resultados en el corto plazo, pero es una medida positiva de cara a los próximos meses.

La medida más importante del día fue el anuncio de la rebaja en los tipos de interés en un cuartillo, hasta el 0,75%. Se trata de una decisión histórica, ya que es la primera vez desde la creación del euro que el precio del dinero se situa por debajo del 1%. Una reducción de los tipos de interés era algo descontado por el mercado, quizás por eso su influencia en el mercado fue nula , y era algo demandado una vez que parece que el riesgo de inflación está controlado en el 2,4%, según informó la oficina de estadística europea.

Una vez la bajada del precio del dinero se traslade al euribor fomentará la inversión y el consumo privado al disponer empresas y familias de menos costes financieros en sus préstamos. Esa reactivación económica es necesaria y las medidas adoptadas ayer por Draghi pueden ayudar en el medio plazo a la necesaria reactivación del crédito.

Ortodoxia hasta el límite

Quizás, el problema sea esperar decisiones «no convencionales», como las define el propio Draghi, por parte de un organismo, que ha demostrado ser muy ortodoxo durante toda su historia , y cuya principal competencia es la de garantizar la estabilidad de precios. Pese a que con anterioridad el órgano haya realizado compras de deuda públicas, el BCE no tiene esa competencia en sus mandatos ni para actuar como un motor económico que en estas circunstancias pueda resolver los problemas que afectan a la zona euro.

Parte de las soluciones pasan por una renovación del BCE hacia un papel más activo, al estilo del Banco de Inglaterra o de la Reserva Federal. Será entonces cuando tendrá el músculo suficiente para doblegar algunos de los problemas que se ciernen sobre Europa. Mientras tanto, se puede seguir reclamando más medidas al BCE, pero se corre el riesgo de nuevos varapalos por el incumplimiento de unas expectativas que superan las competencias del organismo.

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