El consumo impulsa el PIB un 0,9% en el segundo trimestre de 2017

En términos anuales, la tasa de crecimiento del PIB fue del 3,1% entre abril y junio, una décima superior a la del primer trimestre (3%), «como consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional y de una aportación similar de la demanda externa».

En concreto, la contribución de la demanda nacional al crecimiento anual del PIB fue de 2,4 puntos, una décima superior a la del primer trimestre (2,3 puntos). Mientras, la demanda exterior presentó una aportación de 0,7 puntos, registro similar al del trimestre pasado.

Atendiendo a los dos principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo final presentó una variación anual mayor que la registrada en el primer trimestre (2,2% frente al 2%), mientras que la inversión en capital fijo presenta un crecimiento menor, pasando del 3,9% al 3,4%.

El gasto en consumo final de los hogares experimentó un crecimiento anual del 2,5% , tasa similar a la del primer trimestre, «como consecuencia del comportamiento conjunto de los distintos tipos de bienes y servicios que lo integra», explicó Estadística.

Por su parte, el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas presentó una variación anual del 1,3%, ocho décimas superior a la del trimestre precedente. Además, la inversión en construcción aumentó una décima su tasa anual, pasando del 2,9% al 3%; y la inversión en bienes de equipo creció un 4,1% en el segundo trimestre de 2017, frente al 5,5% del trimestre anterior.

Respecto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios moderaron 2,8 puntos su ritmo de crecimiento, pasando del 7,3% al 4,5%; y el crecimiento de las importaciones se moderó del 5,7% al 2,8%.

Por su parte, el empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró una variación trimestral del 0,9%, dos décimas superior a la registrada en el trimestre anterior. En términos anuales, el empleo aumentó un 2,8%, tasa tres décimas superior a la del primer trimestre, lo que supone un incremento de 480.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

A escala agregada, todas las ramas presentaron tasas de crecimiento superiores a las registradas en el trimestre anterior. La variación anual de la agricultura fue del 5,5%, frente al 4,9% del trimestre anterior; la industria registró un crecimiento del 2,9%, frente al 2,5% precedente; en el caso de la construcción la tasa se aceleró cinco décimas, hasta el 5,1%; y el empleo de los servicios aumentó una décima, hasta el 2,4%.

Los datos del INE reflejan una desaceleración de una décima en la tasa anual de las horas efectivamente trabajadas (del 1,8% al 1,7%). Además, la variación anual del coste laboral unitario bajó un 0,4% en el segundo trimestre, siete décimas por debajo del deflactor implícito del PIB (0,3%).

De la consideración conjunta del crecimiento en volumen del PIB trimestral y de los datos de empleo ocupado, se deduce que la tasa de variación anual de la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente disminuyó dos décimas, desde el 0,5% hasta el 0,3%. Por su parte, el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada alcanzó una tasa del 1,3%, una décima superior a la registrada en el primer trimestre del año (1,2%).