El PIB cayó de abril a junio cinco veces más que en el peor momento de la crisis
Ante el desplome en el empleo que recoge la última EPA, la Autoridad Fiscal augura que la caída de la actividad en el segundo trimestre fue del 20%, muy superior a la recesión que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria
Si no hay un segundo confinamiento y los brotes que están multiplicándose no se descontrolan, el segundo trimestre debió ser aquel en el que la crisis económica tocó fondo, de manera que la recuperación, de la mano de la desescalada, debería confirmarse en el actual ... trimestre. Como fuere, la aguda caída que provocó la epidemia y el cierre de buena parte de los establecimientos dibuja una senda sin igual en la trayectoria económica reciente: el Producto Interior Bruto (PIB) , según los cálculos del Gobierno, se habrá hundido en el primer semestre un 18,2%, algo menos de un 15% solo en el segundo trimestre , aquel en el que la crisis debería haber tocado fondo. Pero la plana mayor de los organismos creen que el resultado fue más negativo aún, en lo que se trata del peor dato de variación del PIB desde que el INE arranca la serie histórica en 1970.
De esta forma, el hundimiento que recogerá el INE esta semana triplica el -5,2% de caída que arrojó en el primer trimestre , con solo quince días de confinamiento, y multiplica por cinco el que se registró en el peor periodo del estallido de la burbuja inmobiliaria , cuando el PIB se desplomó un 2,6% en el primer trimestre de 2009.
Las previsiones no son halagüeñas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estimaba un desplome del PIB del 17,5% (superior al 14,5% previo y misma cifra que la que pronostica el Instituto de Estudios Económicos). Estos cálculos se encuentran en línea con las del Banco de España que se sitúan en un rango entre el -16% y el -21% -en este último caso, si hay rebrote- o el pronóstico de Funcas que augura una caída del 18%, similar al 17% que arroja BBVA Research que calcula que en la primera mitad del año la economía se habrá desplomado un 22%.
La dureza de las estimaciones recoge el tremendo impacto que tuvo el confinamiento en la economía. Para empezar porque el de España fue uno de los confinamientos más duros y prolongados que se conocieron en el mundo, a tenor de los datos de seguimiento de la Universidad de Cambridge, debido a la tardía gestión para reducir la epidemia. Esto ahondó en el frenazo de la economía. El Banco de España calcula que la actividad en nuestro país se hundió un 34% solo durante las dos últimas semanas de marzo , mismo porcentaje que Italia, mientras que Francia cedió un 32%.
Porcentajes que contrastan con el 13% de Alemania , que actuó antes y pudo proceder a un confinamiento más ligero que los otros países europeos, evitando dañar a su economía con tanta fuerza. De media, la producción en la Eurozona se contrajo por las restricciones un 21% .En los servicios, nuestro país funcionó esas dos semanas a medio gas, al 50%, siendo el mayor recorte de producción en el sector tractor de nuestra economía frente a Italia y Francia (ambos con un -33%), la Eurozona (-26%) o Alemania (-12%).
Recuperación en peligro
Estas cifras se habrán prolongado en abril y buena parte de mayo, cuando arranca la desescalada por provincias. En todo caso, las dos semanas en las que solo se mantuvieron las actividades esenciales son las que más cayó la economía. Según los datos de tarjetas de BBVA, por entonces el consumo se desplomó más de un 60% .
Las comunidades que peor lo han pasado, según el observatorio regional de BBVA Research, han sido las turísticas. El servicio de estudios calcula que la caída del PIB de Baleares supera el 30% en la primera mitad del año, mientras que en Canarias se habrá aproximado al 25% y en Andalucía , estará en torno al 20%. La entidad señala que la costa mediterránea y las islas, por el gran impacto en el turismo, han sido las economías autonómicas más damnificadas por la pandemia. Extremadura, Castilla y León y Aragón , serían las regiones que menos actividad habrían destruido, con algo menos de un 20%.
Precisamente, las más perjudicadas son las que más rebotarían en el tercer trimestre , aunque si no se controlan los brotes y se extienden las restricciones, su recuperación podría verse frustrada. La desescalada , que parecía ir de la mano de la recuperación, ahora aparece en peligro por el aumento de los rebrotes.
«Nosotros en Funcas en la última actualización de las previsiones apuntábamos a una caída del 18 y el 20% que sería consistente con esa caída en el empleo. Quizá tirando más al 20%. La recuperación en mayo y junio parecía que iban bastante bien. Esa recuperación incipiente parece que se ha trastocado en julio con los rebrotes, la imposición de nuevas restricciones y confinamientos en algunos sitios. La cuarentena de Reino Unido y las recomendaciones de no viajar a España de otros países van a suponer una pérdida de velocidad en la recuperación» , sentencia la economista senior de Funcas, María Jesús Fernández.
Destrucción de empleo
El mercado laboral también va de la mano de este hundimiento de la actividad. El limitado incremento del paro al 15,3% , nueve décimas más que en el primer trimestre, esconde el impacto de los ERTE y que muchos de los que perdieron el empleo no pudieron buscar trabajo por el propio confinamiento y situación sanitaria. Lo relevante es que la ocupación cae en 1,074 millones de personas durante este trimestre frente al anterior. De ellos 1,052 millones fueron en el sector privado y 22.000 en el público: la mayor parte no pudo buscar empleo, lo que explica la diferencia frente a los 55.000 parados que «solo» aumentó el desempleo.
Un indicador que suele ir de la mano al PIB es el de las horas trabajadas , que se redujeron un 22,68%. La caída del Producto Interior Bruto será menor, por el aumento de la productividad, pero los expertos señalan que no distará mucho. Sin ir más lejos, tras la publicación de la EPA en el indicador en tiempo real de evolución del PIB según los datos disponibles, la Airef auguró que si no salen datos mejores, la caída en el segundo trimestre sería del 20%.
Pese a que la flexibilidad del mercado laboral español aún está lejos de la que existe en otros países europeos, la caída del empleo en un 1% en España en el primer trimestre del año con un desplome del PIB del 5,2%, se tratan de evoluciones que, pese a todo, mejoran las que tradicionalmente registra nuestro país. El antecedente más inmediato lo tenemos en la crisis de 2008 : en el primer trimestre de 2009 el PIB se desplomó un 2,6% mientras que el número de ocupados se redujo un 6,4%, más del doble. El supervisor calculaba que antes España destruía 2,7 puntos de empleo aún si el PIB «solo» se contraía ligeramente por debajo del 0%.
El empleo intensivo de los ERTE explican la diferencia aunque, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España está utilizando menos que los países de nuestro entorno este instrumento . Este tipo de soluciones abarca de media al 25% de los asalariados de la media de OCDE, mientras que en nuestro país este porcentaje se reduce al 18%. Si se incluyeran los parados en ERTE, Funcas señala que el desempleo se habría disparado al 34%.