Bruselas niega que España deba acudir al fondo de rescate para sanear su banca
La Comisión Europea califica la reestructuración del sistema financiero de «eficaz», pero cree que debe mantenerse en «vigilancia continua»
ENRIQUE SERBETO
«No vemos ninguna necesidad de ningún fondo de rescate para España» dijo ayer una fuente de toda solvencia del eurogrupo. El portavoz del comisario de A suntos Económicos Olli Rehn , Amadeu Altafaj, salió al estrado del Ejecutivo comunitario para reiterar incluso sus elogios ... al plan de recapitalización del sector bancario que el Gobierno español puso en marcha en febrero y que ayer se puso en duda en boca de altos funcionarios de la Comisión.
Para Altafaj, la reestructuración de la banca emprendida por el Gobierno español es «eficaz» y hará que el nivel de cobertura de los créditos problemáticos esté «entre los más altos» de la UE, aunque Rehn ha pedido en todo caso una «vigilancia continuada» del sector financiero español.
Sin embargo, estas declaraciones son sobre todo reflejos defensivos frente a un halo de desconfianza en el futuro de la economía española que no acaba de disiparse . ¿Quién se resiste a creer en la voluntad del Gobierno español de manejar con seriedad las cuentas del país? En Bruselas llama la atención la insistencia con la que ciertos medios británicos especializados en información económica mantienen la tensión en todas las comparecencias de portavoces europeos sobre la mala situación de la economía nacional, pero por mucha que sea su influencia tampoco puede explicar por qué lo que según Bruselas no ha sido más que «cierta volatilidad» en el mercado de deuda, volvió a hacer que la agencia Reuters hablase ayer de «la amenaza de un decenio perdido» para la economía española, comparándola con la situación de Japón hace veinte años
La situación creada por el calendario electoral y el retraso obligado en la elaboración del presupuesto de 2012 podría ser una parte del problema. Como decía ayer un alto funcionario del Consejo que sigue muy de cerca la situación, en la economía española «hay cosas que son o bien conocidas o bien perfectamente desconocidas», entre las segundas, la repentina desviación del presupuesto de 2011 que Bruselas todavía no ha conocido en todos sus detalles y que fue hecho público en un momento en el que podía ser o bien el síntoma de que la situación era mucho peor de lo que se temía o bien que el nuevo Gobierno estaba utilizando «maquillajes griegos» para que las cuentas le fueran un poco más favorables este año.
Por ello, a pesar de que todos los portavoces del eurogrupo prevén que el presupuesto de 2012 que llevará De Guindos a la reunión del viernes en Estocolmo «será bien recibido», puede que no sea suficiente para disipar todas las dudas.
Algunos de los más ilustres miembros de la Comisión dicen haber escuchado «en los pasillos» rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno aproveche incluso para presentar esta primavera sus previsiones presupuestarias de dos años seguidos (2012 y 2013) como hicieron en su momento Austria o Bélgica, a pesar de que legalmente hay que tramitarlas año por año, para tratar de lograr un periodo de sosiego en los mercados.
Defectos a la vista
En el lado negativo de esta idea está el hecho de que las posibles desviaciones serían mucho más visibles antes de tiempo. En todo caso, la fecha del 23 de abril, cuando Eurostat debe hacer públicas sus propias cifras de déficit correspondientes a 2011, debe ser el punto en el que terminen las especulaciones sobre este aspecto.
España no es la única economía europea afectada por la desconfianza y amenazada por la recesión. Ayer se supo que la economía británica se contrajo un 0,3 % en el último trimestre de 2011, una décima más de lo previamente estimado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), que ayer publicó sus cifras revisadas.
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